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En condiciones normales, ambos estarían virtualmente hundidos pues no hay tiempo suficiente para tramitar lo que falta: el debate y la conciliación. Esta última es necesaria ya que hubo cambios en el texto entre lo aprobado por la Cámara y el Senado.
Comisión I del Senado en debate de la reforma política César Melgarejo. EL TIEMPOSin embargo, con la reforma pensional se encontró una forma de evitar el archivo de los proyectos cuando el tiempo apremia: una proposición para acoger el texto que ya fue votado de forma positiva por la otra corporación. De esta manera se evita el requisito de conciliar los textos.
Si bien aún no se sabe qué tan efectividad es esta figura –la Corte Constitucional no ha fallado sobre las demandas presentadas contra la aprobación de la reforma pensional mediante este recurso–, podría ser la salida para dejarlos con vida..
EL TIEMPO pudo conocer que la estrategia que seguirán el Gobierno y los congresistas va en esa línea: presentar proposiciones para que se acoja el texto que ya fue votado por la plenaria contraria.
En el caso de la reforma política, cercanos al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, confirmaron que se radicará una proposición con la que buscarán que el Senado acoja el texto que ya tuvo el sí en la Cámara. Sería la única forma de que la propuesta sobreviva, pues el articulado tuvo múltiples cambios en su debate en la Comisión Primera de Senado y tendría que ser conciliado.
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Sin embargo, hay un punto problemático con esta estrategia y es que acoger el texto de la Cámara le quitaría al proyecto uno de sus mayores atractivos para los congresistas: el transfuguismo. Este fue introducido por una proposición de la senadora Clara López en su tercer debate y este cambio se perdería en caso de que se acoja el texto de Cámara. Incluir el transfuguismo fue la única manera de lograr los votos suficientes para que el proyecto llegara a la plenaria de Senado. No importó que este desnaturalizara la propuesta, como incluso lo señaló la Misión de Observación Electoral (MOE). “Esta propuesta debilita a los partidos políticos, debido a que la curul pasa de representar la postura de la organización política a pertenecer a la persona que fue elegida”, indicó la veeduría.
Juan Fernando Cristo en el debate de la reforma al SGP César Melgarejo. EL TIEMPOHay varios puntos de esta reforma que no son del gusto de los congresistas, como las listas cerradas, pero poder cambiar de partido sin renunciar a la curul los convenció de darle el sí a la iniciativa del ministro Cristo. Con el transfuguismo parecía seguro que la propuesta sería aprobada, hasta que se cruzó el tire y afloje por la tributaria. Por eso, hoy el proyecto está en duda y solo una movida de adoptar el texto de la Cámara podría cambiar el panorama actual.
Además de quitar el artículo que es del gusto de varios congresistas, también hay que tener en cuenta que, históricamente, el Senado ha manejado una postura de ascendencia sobre la Cámara, lo que pondría aún más en duda que se acoja la proposición en cuestión. “La única manera de salvar la reforma política es que el Senado acoja el texto de la Cámara. No veo al Senado en esas, porque el tiene muchos asteriscos que quería modificar. No le estoy viendo posibilidades”, afirmó Efraín Cepeda, el presidente del Senado.
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No obstante, la propuesta todavía puede llegar a ser atrayente para el Pacto Histórico pues aún contempla subir el umbral de las coaliciones, de 15 a 30 por ciento. Este punto es esencial para que la coalición de izquierdas pueda ir en conjunto para las elecciones de 2026, pues hay distintos sectores que aún son reacios al pedido del presidente Gustavo Petro de un partido único. Dicho aspecto también ha sido cuestionado por la MOE ante el daño que le hace a la figura de coaliciones en su propósito original.
Ley de transfuguismo
Tal es el interés de algunos sectores por aprobar el transfuguismo, para reorganizar las fuerzas con miras a 2026, que tienen un proyecto propio corriendo por el Congreso. Este tiene la misma situación que la reforma política, necesita el último debate y la conciliación.
Conocedores del proyecto le confirmaron a EL TIEMPO que el objetivo final será que la Cámara apruebe una proposición acogiendo el texto votado por el Senado. Esta estrategia la tenían clara desde la semana pasada. Incluso se estaban preparando para que este debate fuera hoy, aunque esto implicaría la pérdida de algunas propuestas incluidas en el debate, como el voto obligatorio.
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Sin embargo, habría más posibilidades de que esta iniciativa sí la acojan sin problema en la Cámara. Primero, está el antecedente de que ya han aceptado este tipo de proposiciones en dicha corporación, eso fue lo que pasó con la reforma pensional hace unos meses.
Diego Guevara y Alexander López tras el archivo de la tributaria César Melgarejo. EL TIEMPOPor otro lado, es una propuesta que es del agrado de múltiples perfiles en el Congreso. Varios están buscando llegar a colectividades más afines. Por ejemplo, la autora principal es Marelen Castillo, quien no es bien recibida por el partido con el que llegó al Congreso, la Liga de Gobernantes Anticorrupción. Como ella, varios consideran que sus partidos podrían frenar sus posibilidades de regresar en 2026 al Legislativo o incluso una aspiración presidencial en ese año, entonces esta iniciativa es la puerta de salida amistosa.
Por otro lado, el Pacto Histórico también tiene mucho interés en este proyecto, incluso presentaron uno igual el semestre pasado. La razón es que esta figura les permitiría reacomodar fuerzas entre sus colectividades e incluso traer a sus toldas a afines cuyos partidos frenan, como puede ser el caso de la Alianza Verde.
Así será el debate en la extras
La plenaria de la Cámara de Representantes fue la única llamada por el gobierno del presidente Gustavo Petro para sesiones extraordinarias. Esto debido a que en el decreto de convocatoria, 1487 de 2024, solo se incluyó esta iniciativa. En ese texto que se conoció el sábado también se supo que serán desde el 17 al 19 de diciembre, es decir, entre mañana y el jueves.
El Ejecutivo hasta último momento estuvo barajando si incluía o no más iniciativas para debatir en la semana posterior al fin de las sesiones ordinarias.
Uno de los proyectos era la ley ordinaria de jurisdicción agaria, texto necesario para que dicha especialidad de la justicia entre a funcionar. Sin embargo, como su aprobación se atrasó algunos días, solo podía iniciarse el debate desde el jueves, lo que ponía en riesgo el quorum mínimo para realizarlo. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, expuso las dificultades en el diálogo que tuvo con EL TIEMPO.
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“Era muy difícil que luego de una sesión ordinaria el lunes, que la vamos a tener, el Senado volviera a sesionar el jueves 19, el viernes 20, el sábado 21, que son días en que seguramente las familias comienzan los festejos de Navidad”, indicó el líder conservador.
También estaba entre las posibilidades la ley de financiamiento, pero su hundimiento frenó las intenciones del gobierno Petro. Esto hizo que solo quedara la reforma de la salud.
Con esta convocatoria entre mañana y el jueves, el objetivo del Ejecutivo es culminar el segundo debate, sacar el proyecto de la Cámara y dejar para el primer semestre del 2025 las discusiones en el Senado, corporación en la que se hundió la iniciativa en marzo de este año.
La propuesta venía con viento a favor luego de su aprobación en la Comisión Séptima de la Cámara, pero esto no se ha podido replicar durante su paso por la plenaria. Han sido varias las dificultades en los últimos días.
Primero fueron las peleas en el interior de la mesa directiva. Mientras el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, incluyó la propuesta en el orden del día, hace tres semanas, los vicepresidentes se opusieron. Después de un tira y afloja de varias sesiones se dio vía libre a la discusión.
Sin embargo, no se ha podido comenzar oficialmente el debate. No se superó la etapa de impedimentos, pues se rompía el quorum al poco tiempo de iniciarse. No obstante, lo que busca el Ejecutivo con los tres días más de sesiones es que se pueda superar la tendencia y sacar todo el articulado una vez por todas.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política