Arancel de Trump afectaría a más de 3.000 empresas colombianas, ¿subirá el dólar?

No hay mejor ejemplo reciente sobre las consecuencias de decisiones de los jefes de Estado en el devenir de sus naciones que la tensión de ayer entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump. Bastaron 12 horas y unos 45 minutos para que estos mandatarios desataran una guerra arancelaria. Esto causará una afectación a más de 380 millones de consumidores. Solo el arancel de Trump afectaría a más de 3.000 empresas colombianas.

Todo comenzó cuando Petro reveló en X que no recibiría los aviones con deportados colombianos. Sobre el mediodía Trump anunció varias medidas para Colombia, entre ella el arancel del 25%, que en una semana escalará al 50%. Pero la situación no terminó ahí, pues el presidente colombiano también subió ese impuesto al 25% para Estados Unidos.

La afectación no es menor. Se trata del principal mercado para las empresas colombianas. Solo para tener una idea, en lo corrido del año, hasta noviembre de 2024, las exportaciones registraron más de 13.106 millones de dólares.

La magnitud de ese mercado obedece a que recibe el 29% de los bienes y productos que Colombia envía al exterior, de acuerdo con el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

El 59% de los productos exportados a EE. UU. pertenecen al rubro no minero-energético versus 41% del sector minero-energético, entre enero y noviembre del año pasado. Y es que esta medida significa un impacto para las finanzas de más de 3.000 empresas de este país que dependen de los gringos para fortalecer sus finanzas.

Datos de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) indican que Antioquia es el departamento más exportador a EE.UU. con 2.492 millones de dólares y Bogotá con 1.664 millones (entre enero y noviembre de 2024). Las importaciones de productos estadounidenses registraron, entre enero y octubre de 2024, 13.403 millones de dólares, un repunte de 2% frente a los mismos meses de 2023.

Uno de los sectores perjudicados serán los floricultures. Y es que en San Valentín, que se celebra el 14 de febrero, el principal destino de las flores colombianas es Estados Unidos. Solo para tener una idea, datos de Procolombia apuntan que ese país recibió el 76% de los envíos para dicha fiesta en 2024. Para contexto, entre enero y febrero de 2024 se exportaron para esta celebración 59.000 toneladas de flor cortada desde Colombia. Eso fue un crecimiento frente al mismo periodo del 2023 del 13%.

EL COLOMBIANO conoció que Asocoflores está reunido estudiando la situación sobre qué tan grande podría ser la afectación. Todavía no hay un cálculo o pronunciamiento al respecto, pero según Analdex, los envíos que fueron embarcados antes de expedirse la norma no tendrían que pagar el arancel adicional.

En ese orden, algunos envíos de flores pasarían sin pagar ese impuesto, pues los envíos de flores para esa celebración se comenzaron a hacer a mediados de este mes y se extenderán hasta el 10 de febrero aproximadamente, por lo que en algunos casos estarían expuestos al cobro del 50% que empezaría en una semana.

Otro dolor de cabeza sería para los productores de aguacate Hass que habían anunciado que tendrían ventas históricas para el Super Bowl 2025, que arranca el 9 de febrero. Para tener una idea, en 2024 se consolidó un crecimiento del 17% en las exportaciones de Hass a Estados Unidos, representado en 1.336 toneladas para el evento. Sin embargo, en 2025, la proyección es mucho más ambiciosa. Se calcula que el envío llegue a las 6.512 toneladas.

Corpohass explicó que ese evento se ha convertido en una gran oportunidad para la exportación de aguacate. Esto porque la demanda crece de manera considerable ante el gran consumo de guacamole, que es uno de los alimentos favoritos de los aficionados del fútbol americano para acompañar los nachos, tacos y demás aperitivos.

Y ni hablar del café. Germán Bahamón, presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, lamentó que hay 566.000 familias que dependen del café, producto netamente exportable. Y comentó que el país norteamericano es el primer socio comercial del grano colombiano, con un 39% de participación en las ventas externas y más de 1.100 millones de dólares.

“Un cambio en las políticas comerciales con EE. UU. es devastador para los cafeteros y supone una afectación enorme para la industria del café”, mencionó a EL COLOMBIANO.

Es, sin duda, una mala noticia para los caficultores que venían registrando precios históricos en Wall Street. Su precio en la Bolsa de Nueva York alcanzó el más alto en toda su historia el pasado miércoles, con un valor de 3,41 dólares por libra. El jueves batió otra vez el récord con 3,43 dólares y el viernes lo hizo por tercera vez con 3,47.

Los gremios y analistas coinciden en que habrá serias represalias para la economía. Luis Fernando Mejía, director del centro de pensamiento Fedesarrollo, sostuvo que habrá una afectación para el balance externo del país, en la disponibilidad de divisas y el control de la inflación. Esto porque la respuesta sería una pérdida del valor de los activos locales, lo que supone una depreciación de la moneda local y un aumento en el riesgo país, lo que traería problemas para la inversión extranjera.

“Las expectativas de inflación se incrementarían debido al efecto de un aumento en el precio del dólar sobre las importaciones, lo que elevaría tanto la inflación al productor como al consumidor”, anotó.

Hay que recordar que la meta del Banco de la República es que la inflación cierre en cerca del 3,5% a finales de año, esta medida podría entorpecer ese objetivo y también la bajada de las tasas de interés, que hoy se ubican en el 9,5%. El resultado no sería otro que bienes y servicios que provienen de Estados Unidos a un mayor costo, y una adquisición de crédito más cara.

Javier Díaz, presidente de Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), coincidió en que fue una mala decisión del presidente no recibir a los colombianos deportados.

“Eso no se puede hacer, no se puede cerrar la patria, así sean deportados. Ahora tenemos que pagar las consecuencias todos los colombianos. El presidente tiene que apagar el celular y activar la Cancillería para solucionar esto por vías diplomáticas”, aseveró.

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