Shai Gilgeous-Alexander dejó de ser una promesa hace tiempo para convertirse en una brillante realidad en el mejor baloncesto del mundo. Parece un veterano de mil batallas dentro de la cancha: sin lujos, sin hacer show, sereno pero agresivo, una estrella que no se estrella, un verdadero francotirador con la pelota naranja en sus manos.
Nacido el 12 de julio de 1998 en Toronto, Canadá, Shai tuvo un inicio modesto en el baloncesto. Creció jugando en Hamilton Heights Christian Academy, en Tennessee, donde sus habilidades comenzaron a destacar entre sus pares. Su paso por los Kentucky Wildcats en la NCAA (National Collegiate Athletic Association) terminó de moldearlo, convirtiéndolo en una promesa seria para la NBA.
Fue en 2018 cuando el canadiense dio su primer gran salto: seleccionado en la undécima posición del Draft, en la que probablemente ha sido la mejor camada de bases que llegó a la NBA (Luka Dončić, Trae Young, Jalen Brunson, entre otros), por los Charlotte Hornets, aunque rápidamente fue traspasado a Los Ángeles Clippers.
Su temporada de novato fue prometedora, pero lo que vino después con los Oklahoma City Thunder sería inolvidable. Desde su llegada a Oklahoma City en 2019, Shai ha asumido el rol de líder del equipo con un aplomo y madurez que pocos jugadores a su edad (26 años) poseen.
Según narra la historia y algunas versiones de prensa, su madre, Charmaine Gilgeous, fue una atleta que llegó a representar a Antigua y Barbuda en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 en la prueba de los 400 metros planos. “Quien conozca a su madre, lo conoce a él”, comentó hace un tiempo en una entrevista para ESPN Chris Paul, el experimentado jugador y amigo de Gilgeous-Alexander, quien comparte su misma posición, pero en los San Antonio Spurs.
Un lanzador letal
La temporada pasada (2023-24), su promedio de 30.1 puntos, 6.2 asistencias y 5.5 rebotes por partido ya había encendido las alarmas de los rivales. No es producto del azar, ni mucho menos, que hoy por hoy sea el líder en promedio de puntos por partido de la NBA. “Es un adicto al básquet”, añadió Paul, y Shai lo ratifica cada vez que se pone la número 2.
Con una media de 32 puntos por juego, encabeza la tabla de máximos anotadores en la actual temporada regular de la liga estadounidense, escoltado, en su orden, por: Giannis Antetokounmpo (Milwaukee Bucks) con un promedio de 31.4, Nikola Jokić (Denver Nuggets) con 29.9, LaMelo Ball (Charlotte Hornets) con 28.9 y Kevin Durant (Phoenix Suns) con 27.2 puntos por partido.
Pero el momento más impresionante de esta temporada llegó con su histórica actuación frente a los Utah Jazz el pasado 22 de enero. En ese partido, el jugador de 1.98 metros de estatura no solo encestó 54 puntos, su mejor marca en lo que lleva de carrera, sino que mostró una tranquilidad propia de las leyendas al tomar las decisiones más complejas con naturalidad.
Fue un despliegue de técnica y liderazgo que recordó a los grandes bases que han pasado por la liga. “Sentí que podría haber anotado mucho más, y sé que eso va a sonar muy malcriado”, expresó Shai al término del juego. “Siento que no tuve una gran noche, dejé algunos puntos en la mesa, pero hay margen para mejorar y eso es algo bueno”.
El favorito para ser el MVP
¿Quién dijo que sería fácil codearse con figuras como LeBron James, Nikola Jokić, Stephen Curry, Donovan Mitchell o Giannis Antetokounmpo, por nombrar algunos? Pues el canadiense, que además lideró a su país a ganar su primera y única medalla de bronce en un Mundial de Baloncesto en 2023, ya camina entre los mejores de la NBA y se perfila como el jugador más valioso al final de la temporada, en la que los Thunder de Oklahoma lideran en solitario la Conferencia Este.
El reconocimiento al excelso desempeño de Shai Gilgeous-Alexander también se ve reflejado en su oficialización como titular en el próximo Juego de las Estrellas, que se disputará el próximo 16 de febrero en San Francisco, donde se reúnen los mejores exponentes de la NBA cada año. En esta edición, Shai compartirá equipo de ensueño junto a “El Rey” LeBron James, Stephen Curry, Nikola Jokić y Kevin Durant, bajo la dirección de Mark Daigneault, su entrenador en Oklahoma.