¿Qué sigue para la Dimayor tras renuncia de Fernando Jaramillo? Una mujer suena para asumir el cargo

Jhon Jader Durán con los colores del Aston Villa inglés.

El fútbol colombiano atraviesa un momento crucial tras la renuncia de Fernando Jaramillo a la presidencia de la Dimayor. Su anuncio de dejar el cargo el próximo 28 de febrero obliga a los clubes a citar a una asamblea extraordinaria para elegir a su sucesor o sucesora. En medio de este panorama, los nombres de varios candidatos han empezado a circular, con María del Pilar Abella emergiendo como la opción más fuerte para tomar las riendas del organismo rector del fútbol profesional colombiano.

Jaramillo, quien asumió la presidencia en 2020 en un contexto de crisis institucional y financiera tras la salida de Jorge Enrique Vélez, deja su cargo tras haber enfrentado múltiples desafíos. Desde la reestructuración de los derechos de televisión hasta el manejo de la violencia en los estadios, su administración ha sido objeto de críticas y apoyo a partes iguales.

La distribución de los ingresos por derechos televisivos ha sido uno de los temas más álgidos. La falta de consenso sobre un reparto equitativo entre los clubes ha generado divisiones internas, sumando tensión a la ya compleja gobernanza de la Dimayor. Además, el manejo de la Comisión Arbitral y la implementación del VAR han sido objeto de constantes reclamos por parte de jugadores, directivos y aficionados, quienes consideran que la herramienta tecnológica no ha sido utilizada de manera óptima y aún presenta fallos técnicos evidentes.

Otro de los problemas que deberá enfrentar el nuevo presidente o presidenta es la precariedad de algunos escenarios deportivos en el país. En la primera fecha de la actual Liga Betplay, se evidenciaron apagones y condiciones deplorables en algunas canchas, lo que avivó la discusión sobre la infraestructura del fútbol colombiano. A esto se suma el manejo de la seguridad en los estadios, donde los clubes terminan asumiendo las consecuencias de actos violentos por parte de algunos sectores de la hinchada.

Dentro de la baraja de candidatos, el nombre de María del Pilar Abella ha cobrado una relevancia particular. Economista y abogada de profesión, Abella ha trabajado en la Federación Colombiana de Fútbol desde 2018 y ya estuvo cerca de asumir la presidencia de Dimayor en 2020. Sin embargo, en aquel entonces la elección favoreció a Fernando Jaramillo. Su conocimiento en la gestión deportiva y su trayectoria en el fútbol colombiano la convierten en una aspirante con credenciales sólidas para asumir el liderazgo de la Dimayor. Si llega al cargo, sería la primera mujer en la historia en presidir la entidad, lo que representaría un avance significativo en términos de inclusión y modernización del fútbol colombiano.

Aunque Abella es la principal candidata, otros nombres han surgido en la discusión. Gabriel Sánchez, expresidente de la Federación Colombiana de Tenis (Fedecoltenis), y José Castaño, exagente de jugadores de renombre como Carlos ‘el Pibe’ Valderrama, Jorge Bermúdez y Mauricio ‘Mao’ Molina, también están en la órbita de los clubes como posibles sucesores de Jaramillo.

En el ámbito de la opinión pública, el nombre de Iván Ramiro Córdoba ha sido mencionado por algunos aficionados como un candidato ideal para liderar el fútbol colombiano. El exdefensor de la Selección Colombia y del Inter de Milán ha manifestado su interés en hacer parte de la dirigencia del fútbol nacional, aunque ha dejado claro que su inclinación está más hacia la Federación Colombiana de Fútbol que hacia la Dimayor.

El futuro de la Dimayor es un tema que preocupa a los presidentes de los clubes. Sebastián Arango Botero, presidente de Atlético Nacional, fue enfático en la necesidad de elegir a alguien con una visión clara del momento actual del fútbol colombiano. “Necesitamos que quien llegue sea una persona que tenga muy claro el momento del fútbol colombiano, las posibilidades de crecimiento que hay y que ponga los intereses del fútbol por encima de intereses particulares. Debe tener un manejo institucional claro y transparente, y el reto más grande que enfrentará será el de los derechos de televisión”, expresó Arango.

Por su parte, Tulio Gómez, máximo accionista del América de Cali, hizo un llamado a un cambio profundo en la gestión de la Dimayor.

“Si no modificamos la manera en que nosotros, los directivos, nos comportamos, será imposible que cualquier presidente se mantenga en el cargo por más de dos años. Es necesario instaurar un gobierno corporativo, en el que haya un presidente con una junta directiva conformada por tres presidentes de clubes y dos miembros externos”, propuso Gómez.

Óscar Álvarez, presidente del Atlético Bucaramanga, considera que esta es una gran oportunidad para corregir errores del pasado y generar mayores consensos entre los clubes. “Lo que ha hecho bien el doctor Jaramillo hay que fortalecerlo, y debemos encontrar caminos para resolver otros temas fundamentales en los que ha sido difícil ponerse de acuerdo”, manifestó Álvarez.

Por otro lado, Carlos Puche González, presidente de Acolfutpro, la asociación de futbolistas profesionales, expresó su sorpresa ante la renuncia de Jaramillo, ya que venían adelantando diversas negociaciones con su administración. “Nos sorprendió mucho su salida, porque habíamos tenido una buena interlocución y estábamos avanzando en temas claves como el estatuto del jugador y el código disciplinario”, afirmó.

El fútbol colombiano se encuentra en una encrucijada. La elección del próximo presidente o presidenta de la Dimayor marcará el rumbo de los próximos años y definirá si el balompié nacional logra dar el salto de calidad que tanto anhelan los clubes, jugadores y aficionados. En los próximos días, el destino del fútbol profesional colombiano estará en manos de los dirigentes, quienes deberán tomar una decisión clave para el futuro del deporte rey en el país.

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