La Nasa reduce el riesgo del asteroide 2024 YR4 para la Tierra, pero aumenta la amenaza para la Luna

Desde su descubrimiento en diciembre de 2024, el asteroide 2024 YR4 ha sido objeto de un minucioso seguimiento por parte de la Nasa y otras agencias espaciales internacionales.

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Por eso, en las últimas observaciones, la agencia espacial estadounidense redujo la probabilidad de que el objeto impacte contra la Tierra en 2032 a un 0,28%.

Sin embargo, el nuevo análisis revela que el riesgo de colisión con la Luna ha aumentado hasta un 1%.

El asteroide 2024 YR4 fue detectado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 por el Observatorio El Sauce en Chile.

Desde entonces, su trayectoria ha sido monitoreada con gran atención debido a su proximidad a nuestro planeta.

Inicialmente, la probabilidad de impacto con la Tierra se situó en un preocupante 3,1%, lo que generó alerta entre la comunidad científica, pero las nuevas observaciones realizadas entre el 19 y el 20 de febrero de 2025 han permitido ajustar los cálculos y reducir significativamente el riesgo terrestre.

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No obstante, esta misma actualización ha incrementado la posibilidad de un impacto lunar, que ahora se ubica en un 1% según la Red Internacional de Alerta de Asteroides.

Aunque el 1% sigue representando una probabilidad baja, la posibilidad de que el asteroide 2024 YR4 colisione con la Luna en diciembre de 2032 plantea interrogantes sobre los efectos de un impacto en su superficie.

Según los expertos, un choque de esta magnitud podría generar un cráter visible desde la Tierra, dependiendo del tamaño y la velocidad del asteroide en el momento del impacto.

Ahora, cabe recordar que el asteroide tiene un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, y que un objeto de estas dimensiones podría causar una alteración significativa en la superficie lunar, similar a los impactos que han formado los cráteres que hoy observamos en nuestro satélite natural.

Aún así, no representaría un peligro directo para la Tierra ni para las misiones espaciales actuales.

Tanto la Nasa como la Agencia Espacial Europea (ESA) continúan realizando observaciones constantes para mejorar la comprensión de la trayectoria del asteroide.

En abril de 2025, el objeto se alejará lo suficiente como para volverse invisible para los telescopios terrestres, lo que dificultará nuevas mediciones hasta su próximo acercamiento en 2028.

El asteroide 2024 YR4 ha pasado por un proceso de cálculo y recalibración similar al que ocurrió con Apophis en 2004. En aquel entonces, las primeras estimaciones indicaban una probabilidad de impacto del 2,7%, pero con más observaciones la cifra se redujo a cero.

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Los astrónomos esperan que algo similar pueda ocurrir en los próximos años.

y, ¿cómo se hacen estas predicciones? Gracias a la Escala de Turín, un sistema de medición del riesgo de impacto de asteroides que va de 0 a 10, el cual también ha sido ajustado para el asteroide 2024 YR4.

Inicialmente, el objeto fue clasificado en nivel 3, indicando que requería atención por parte de los astrónomos.

Pero según los cálculos recientes, cómo ya se ha mencionado, la probabilidad de impacto con la Tierra descendió a nivel 1, lo que significa que su impacto es “extremadamente improbable y no representa motivo de preocupación pública”.

A pesar del ligero aumento en la posibilidad de impacto con la Luna, el riesgo sigue siendo bajo.

Sin embargo, el monitoreo de este tipo de asteroides sigue siendo fundamental para la defensa planetaria y cada noche adicional de observación permite a los expertos ajustar los modelos orbitales y predecir con mayor precisión la trayectoria del objeto en los próximos años.

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Por ahora, el mensaje de los científicos es claro: no hay motivos para alarma, pero la vigilancia debe continuar.

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