La cadena de cafeterías más reconocida del mundo tiene una historia que combina visión, esfuerzo y un toque de intervención inesperada. Lo que comenzó como una modesta tienda de granos de café en Seattle se convirtió en un ícono cultural global, y en ese camino, un personaje inesperado, Bill Gates Sr., el padre del famoso fundador de Microsoft, jugó un papel crucial.
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Todo empezó en 1971, cuando tres amigos —Jerry Baldwin, Zev Siegl y Gordon Bowker— decidieron abrir una tienda en el histórico mercado de Pike Place, en Seattle, Estados Unidos.
Acá, un video que recoge parte de la historia:
Inspirados por Alfred Peet, un empresario que popularizó el café de calidad en el país, el trío fundó Starbucks con la idea de vender granos de café tostados y equipos para prepararlo en casa, explicó el portal Emprendedor.
El nombre, tomado de un personaje de la novela ‘Moby Dick’ de Herman Melville, y el logo de una sirena (o “siren” en inglés) reflejaban un guiño a la tradición marítima de la ciudad.
¿Cómo llegó Howard Schultz a Starbucks, quien la llevó al éxito?
Durante sus primeros años, Starbucks mantuvo un perfil bajo, enfocándose en el café en grano. Sin embargo, todo cambió con la llegada de Howard Schultz, un joven vendedor que se unió a la empresa en 1982 como director de marketing. Schultz, tras un viaje a Italia en 1983, quedó fascinado por la cultura de las cafeterías y soñó con transformar Starbucks en un espacio donde la experiencia del café fuera el centro.
Aunque los fundadores originales rechazaron su idea, Schultz no se rindió: dejó la compañía, creó su propia cadena llamada Il Giornale y, en 1987, vio la oportunidad de comprar Starbucks cuando los socios originales decidieron venderla por 3.8 millones de dólares.
Acá, una foto del volante de II Giornale de ese entonces:
¿Qué relación tiene Bill Gates con Starbuck?
En ese momento de la historia es donde entra en escena Bill Gates Sr., un respetado abogado de Seattle y padre del magnate Bill Gates, quien en ese entonces aún no era el empresario de hoy en día. Schultz, con su sueño de adquirir Starbucks, enfrentó un obstáculo: un inversionista que ofertó 4 millones de dólares para quedarse con la compañía, amenazando con arrebatarle la oportunidad.
Desesperado, Schultz acudió a su amigo abogado Scott Greenberg, de la firma Preston Gates, fundada por Bill Gates Sr., y este lo llevó a una reunión con el abogado Gates, quien lo llevó a confrontar al competidor.
Lo llamativo fue que Gates Sr. le dijo al rival: “Deberías avergonzarte de ti mismo. No vas a robarle el sueño a este chico. Vas a retirarte”, citó el portal emprendedor.
Sorprendentemente, el inversionista cedió, y Schultz logró comprar Starbucks con el apoyo financiero de Gates Sr. y otros socios locales.
Con Starbucks en sus manos, Howard Schultz transformó la empresa. Abrió 17 tiendas en 1987, introdujo bebidas como el espresso y el frappuccino —que compró a otra compañía en 1994—, y en 1992 llevó a Starbucks a la bolsa de valores.
La visión de Schultz de crear un “tercer lugar” entre el trabajo y el hogar, junto con un enfoque en la calidad y la personalización, catapultó a la marca. Hoy, con más de 32,000 locales en 80 países, Starbucks es sinónimo de café y cultura urbana.
En Colombia, donde Starbucks llegó en 2014, la marca ha sabido adaptarse, ofreciendo café local de alta calidad y conquistando a miles de consumidores.
¿Cuánto vale un café en Starbucks?
Los precios de los cafés en Starbucks Colombia varían dependiendo del tipo de café, el tamaño y la ubicación de la tienda. Sin embargo, para darse una idea, los costos sueles ser los siguientes:
- Un café filtrado pequeño puede costar alrededor de 5.000 a 7.000 pesos.
- Un café con leche pequeño puede costar entre 7.000 y 9.000 pesos.
- Los Frappuccinos y otras bebidas más elaboradas pueden costar entre 10.000 y 15.000 pesos.
Los precios pueden variar de una tienda a otra, incluso dentro de la misma ciudad.