- Se transmite en zonas de entre los 0 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar. Hay casos hasta los 1.800 metros.
A esto se suma toda la discusión política y administrativa que se ha dado en las últimas horas, en cabeza del presidente Gustavo Petro, cuyas declaraciones sobre la enfermedad y una eventual declaratoria de emergencia económica a raíz del brote causó la reacción de alcaldes, gobernadores y expertos epidemiológicos.
Así las cosas, estas son las respuestas a las principales dudas acerca de esta enfermedad, su prevención, vacunación y el estado actual del brote que tiene bajo alerta al país.
¿Qué es la fiebre amarilla?
Se trata de una enfermedad vírica aguda, hemorrágica, que es endémica en áreas tropicales de África y América Central y del Sur. El "amarillo" en el nombre de fiebre amarilla se refiere a la ictericia que afecta a algunos pacientes.
Los casos pueden ser difíciles de distinguir de otras fiebres hemorrágicas virales como el arenavirus, hantavirus o dengue. Sus síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza o cefaleas, dolores musculares y abdominales, escalofríos, náuseas, vómitos y color amarrillo en las conjuntivas. La infección grave puede llevar a la muerte.
¿Cómo se transmite?
El virus de la fiebre amarilla se transmite por mosquitos infectados. Algunos se reproducen alrededor de las casas (domésticos), otros en la selva (silvestres) y algunos en ambos hábitats (semi-domésticos), y por lo general en lugares húmedos, como cuencas de ríos y albercas.
Esta enfermedad es transmitida por la picadura de los mosquitos Aedes aegypti, Aedes albopictus, Sabethes y Haemagogu. A diferencia de otras enfermedades víricas como la influenza, no se transmite de persona en persona.
Alcaldía de Bogotá responde al presidente Petro tras emergencia por fiebre amarilla iStock¿Qué tan grave es la enfermedad?
Para quien no está inmunizado con la vacuna, puede ser una patología viral grave con una alta tasa de letalidad de entre el 40 % y 60 %, pero alcanzando incluso una mortalidad de hasta el 75 % en brotes epidémicos.
¿Cuáles son las zonas más vulnerables?
Las zonas de transmisión de fiebre amarilla se encuentran entre los 0 y 1.500 metros sobre el nivel del mar, aunque el cambio climático puede extender el riesgo hasta los 1.800 metros. Por ejemplo, en el caso de Tolima se están registrando contagios en lugares donde la enfermedad antes no se veía, en regiones de clima cálido (26 - 33°C) y alta humedad, con bosques tropicales que han sido fragmentados por la deforestación debido a la agricultura y la ganadería.
Según explica la directora del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana y experta en enfermedades infecciosas, Zulma Cucunubá, los cambios medioambientales y los aumentos globales de las temperaturas son dos factores claves que están impulsando estos brotes de enfermedades tropicales a partir de la proliferación de mosquitos transmisores.
¿Puede dar en ciudades y zonas de altura como Bogotá?
Pese a que es cierto que el cambio climático está llevando a los mosquitos transmisores a vivir en zonas de mayor altura, de momento no se registran casos por encima de los 1.800 metros sobre el nivel del mar. Se trata de lugares considerados más altos del límite histórico de 1.500 metros, pero todavía muy por debajo, por ejemplo, de los 2.600 metros de altura de una ciudad como Bogotá.
De esta forma, el único riesgo, por ahora, para los bogotanos o personas que vivan en otras regiones altas del país, como Boyacá, es no estar vacunados y viajar a zonas de riesgo.
¿Se puede prevenir?
Esta enfermedad es completamente prevenible mediante la vacunación, que se recomienda que se dé al menos unos 10 días antes de ingresar a zonas donde es posible el contagio. En el caso de poblaciones que viven en zonas de riesgo, la vacunación debe ser inmediata.
De acuerdo con la experta en epidemiología Cucunubá, es fundamental la vacunación para la fiebre amarilla, porque una sola dosis permite proteger de por vida contra la enfermedad, y aunque para personas menores de 15 años es común que cuenten con este biológico, para las personas mayores no es frecuente y las tasas de vacunación no son tan altas.
La vacuna proporciona inmunidad efectiva dentro de los 10 días para entre el 80 y el 100 % de las personas vacunadas, y dentro de los 30 días para más del 99 % de las personas vacunadas.
La estrategia se basa en reforzar la vacunación y vigilancia epidemiológica. Gobernación¿Cómo se accede a la vacunación?
En Colombia la vacunación contra la fiebre amarilla es gratuita y, por regulación nacional, debe estar disponible en puntos de vacunación en todo el país, y ofrecerse sin barreras de acceso para todas las personas, sin importar su estado de afiliación al sistema de salud, nacionalidad o estatus migratorio.
Solo se requiere una única dosis de la vacuna para toda la vida. Sin embargo, si no es posible verificar antecedentes de vacunación, se recomienda aplicar la dosis.
La vacuna hace parte del esquema de vacunación en Colombia, y suele aplicarse a los 18 meses de edad. En las zonas de alto riesgo para fiebre amarilla se vacuna desde los 9 meses incluyendo población de mayor de 60 años.
Pero si no se vive en estas zonas, igual hace parte del esquema de vacunación y las personas pueden acceder a la inmunización en cualquier momento. Por ejemplo, en Bogotá se aplica sin costo en lugares como la Terminal de Transporte (sede Salitre, Norte y Sur), el aeropuerto El Dorado y unidades de salud en Suba, Candelaria la Nueva y Lorencita Villegas de Santos, funcionando incluso los fines de semana.
En ocasiones en que no hay disponibilidad de vacunas en el sistema de salud, agentes privados también pueden ofrecer vacunación, pero por un monto económico.
¿Cómo avanza el brote actual?
De acuerdo con el último Boletín Epidemiológico Semanal del Instituto Nacional de Salud (INS) en lo corrido del año van un total de 54 casos identificados de fiebre amarilla en el país, dejando un saldo de 22 fallecidos.
Este brote tiene incidencia actualmente en el departamento de Tolima (que concentra más del 90 por ciento de los contagios) y en el Eje Cafetero
¿Por qué la alerta con ese número de casos?
Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS) en 2024 se registraron 23 casos de la enfermedad que dejaron 13 fallecidos. Sin embargo, en lo que va de 2025, y con corte al 9 de abril, el número de contagios se disparó, alcanzando en un poco más de tres meses un total de 54 casos confirmados y dejando de saldo 22 fallecidos.
Teniendo en cuenta que el promedio anual de contagios se había mantenido en el rango de 10 casos al año durante la última década, esta escalada de contagios llevó a que el pasado jueves el ministerio de Salud tomara la decisión de declarar situación de emergencia nacional, un mecanismo que incluye varias medidas para la promoción y aplicación de la vacuna contra esta enfermedad.
Actualmente el pico de contagios está en el área rural de las veredas colindantes en la zona suroccidental del Parque Natural Regional Bosque de Galilea, que abarca partes de los municipios de Cunday, Prado, Villarrica y Purificación, en el Tolima. Este brote inició en octubre de 2024
El pico de casos registrado entre 2024 y 2025 llevó al Gobierno a declarar situación de emergencia. Ministerio de Salud¿Ese número de casos es suficiente para declarar la emergencia sanitaria?
Si bien es cierto que el número de casos parece poco, la directora del INS, Diana Pava, enfatizó en que la alta mortalidad y la baja tasa de vacunación contra esta enfermedad en adultos llevó a que se tomara la decisión de establecer una declaratoria de emergencia para hacerle frente rápidamente a la enfermedad.
“Las declaraciones de emergencia o sanitarias usualmente no van enmarcadas en el número de casos ni en la mortalidad. También tiene que ver la prevención y la necesidad de cuidar a la población y sobre todo cuando la cobertura para vacunación de fiebre amarilla no es muy alta y en este momento lo que se está enfocando es la necesidad de ampliar esa vacunación”, señaló Pava.
¿Qué tan probable es que el brote termine en una epidemia?
Actualmente la alerta se da por bajos niveles de vacunación en algunas regiones, lo cual es especialmente preocupante en esta temporada de vacaciones por Semana Santa, que puede llevar a que los viajeros sin vacunación terminen infectados.
Sin embargo, expertos consultados por EL TIEMPO señalan que, si se siguen las estrategias de vacunación, particularmente de las poblaciones locales, que son las más expuestas al virus, es posible frenar el avance de la enfermedad.
MATEO CHACÓN ORDUZ
Subeditor Vida - Salud