Pese a ser una obra patrimonial desde 1992 y ser la segunda más antigua de Medellín, los múltiples daños que presenta se reparan únicamente con los recursos de sus feligreses. Ninguna autoridad entrega recursos para su mantenimiento.
Pese a ser una obra patrimonial desde 1992 y ser la segunda más antigua de Medellín, los múltiples daños que presenta se reparan únicamente con los recursos de sus feligreses. Ninguna autoridad entrega recursos para su mantenimiento.