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No habrá ni desarrollo ni país viable en una sociedad en la que las mujeres sean excluidas.

Ya los precios en Estados Unidos van al alza y las ventas internas comienzan a resentirse.

Convertir la equidad de género en un hábito nos permite promover una cultura de respeto y dignidad.

Estamos experimentando un mundo dividido en "esferas de influencia".

¡No podemos seguir así, con tanto irrespeto, con tanta agresividad y con tanto… solo importo yo!

Quizás entendemos tan bien a los malos de las tramas que confiamos el poder en políticos perversos.

La nave del cambio no nos lleva al lugar prometido ni en salud ni en educación.

Sin duda, la creación de normas avanza a una velocidad más lenta que el desarrollo de la tecnología.

Imponer un estilo responde más a la ambición de poder que al bienestar común.

Un llamado para conservar tanto las especies como sus hábitats naturales.