El mundo conoció el rostro de Gisèle Pelicot el 2 de septiembre de 2024. Una mujer de 72 años, madre, abuela, jubilada, sin redes sociales y viviendo lo que muchos creían era una vida feliz en un pueblo encantador en el sur de Francia. Ese día, Gisèle entró al Tribunal de lo Criminal de Vaucluse en Aviñón, luciendo un corte de cabello estilo bob, gafas redondas como las que usaba John Lennon y un vestido de flores verde oliva.