Carlos Enrique Rodríguez Pérez

El panorama en el sector energético sigue tenso. El año empezó con cortes en el servicio de energía en Puerto Carreño, Vichada, debido a que el Gobierno no hizo los giros para garantizar la generación de energía en ese municipio.Esa situación materializó, como advirtió Camilo Sánchez, presidente de Andesco y del Consejo Gremial Nacional, los riesgos de apagón por las dificultades financieras por cuenta de las acreencias –entre opción tarifaria, subsidios no pagados y deudas de clientes oficiales– que tiene el Ejecutivo con las empresas distribuidoras.

Enero es el mes ‘más largo del año’.

El Gobierno nacional ha anunciado medidas para ajustar los precios de la energía que, en especial, en la bolsa del mercado mayorista, han venido en aumento, ante las presiones climáticas con menores ofertas de generación hidráulica y una mayor exposición a las térmicas, cuyos costos son más altos.De hecho, el Gobierno anunció un proyecto de decreto sobre lineamientos de política pública para “garantizar la confiabilidad y la estabilidad tarifaria del servicio de energía eléctrica y se dictan otras disposiciones”.

SEMANA: ¿Cuál fue la oportunidad que vio Davivienda para hacer esta movida?Javier Suárez (J. S.): La verdad es que ni siquiera habíamos pensado en una operación en Colombia. Habíamos pensado en Costa Rica, porque en ese país tenemos una operación que es relativamente pequeña. Y veíamos una oportunidad con la eventual salida de Scotia, que eso lo teníamos como alguna posibilidad futura hace varios años, que podíamos consolidar una operación que nos permitiera prestar un mejor servicio para nuestros clientes.

Hace un poco más de tres décadas, el país vivió una época oscura: el racionamiento de energía. Y, hoy por hoy, hay preocupación de que esta situación se pueda repetir.El reciente fenómeno de El Niño estresó el sistema y, gracias a la disponibilidad de las plantas térmicas que reaccionaron y estuvieron disponibles, se sorteó con éxito ese momento.

El pasado 30 de septiembre se anticipó una de las decisiones más esperadas y que estaba prevista para el final del año: el futuro de Leonardo Villar Gómez, gerente del Banco de la República.En ese momento, la Junta Directiva del Emisor designó por unanimidad a Villar Gómez como gerente general del Banco de la República para el periodo de cuatro años, que comenzó el 4 de enero de 2025; ha ocupado este cargo desde 2021.Esta fue la primera de las movidas de la junta.

SEMANA: Preocupa la situación fiscal del país. ¿Qué tan crítica es?LUIS FERNANDO MEJÍA: Ese es uno de los temas grandes que generan riesgos para la economía colombiana, no solamente en este año, sino también en el mediano plazo.Este es el panorama. Cuando se mira lo que ha sido el comportamiento del déficit fiscal en los últimos años, Colombia, incluyendo el año de la pandemia, ya completa cinco años consecutivos con déficits superiores al 4 por ciento del PIB.

Colombia está a la expectativa de la llegada, de nuevo, de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Varios frentes coparán la agenda de Estados Unidos con Colombia. Además de temas clave como el narcotráfico, el aumento de los cultivos de coca y la posibilidad de una descertificación para Colombia, otros han tomado relevancia.El primero, desde el punto de vista comercial. Por una parte, con los anuncios del nuevo presidente, que ha planteado mayores aranceles a las importaciones de China de hasta 60 por ciento, y a vehículos importados de China, Europa y México.

Una movida empresarial sacudió la agenda noticiosa en pleno puente de Reyes Magos: el Banco Davivienda, la joya de la corona del Grupo Bolívar, anunció la suscripción de un acuerdo con Scotiabank para integrar a su operación las filiales del banco canadiense en Colombia, Costa Rica y Panamá.Scotiabank, por su parte, se convertirá en accionista de la Casita Roja, con cerca del 20 por ciento de la totalidad de las operaciones de Davivienda y con participación en su junta directiva.

Arranca 2025 y aunque pinta mejor que los años anteriores, todavía es insuficiente para consolidar la dinámica de crecimiento y, además, hay hechos que generan incertidumbre y algunos nubarrones que podrían anticipar una fuerte turbulencia. Las perspectivas para 2025 apuntan a un crecimiento de la economía de entre 2,5 y 3 por ciento, mejor al estimado para el año anterior cercano al 2 por ciento. De acuerdo con el sondeo de SEMANA entre analistas, el país crecería este año, en promedio, 2,64 por ciento.