Es un fenómeno que todos experimentan: cuando se es niño, el tiempo parece extenderse infinitamente, mientras que, al llegar a la adultez, la sensación de que el tiempo pasa volando se vuelve cada vez más común.Este contraste, que parece inevitable, ha sido objeto de estudio por científicos, quienes han identificado varios factores que explican por qué se experimenta el paso del tiempo de manera tan diferente a lo largo de las vidas.El cerebro y la ralentización de la percepción del tiempoLa percepción del tiempo no está directamente vinculada con su transcurso físico.