Las comunidades indígenas del Chocó padecen una tormenta de violencia que no cesa desde 2020. Además de los confinamientos, homicidios, explosiones y amenazas, el ELN y el Clan del Golfo están detrás de una epidemia de suicidios que afecta a los menores de edad, que viven angustiados por las presiones para pertenecer a sus filas. SEMANA recogió testimonios en varios municipios del departamento que ilustran el pánico de los habitantes y el olvido del Estado.