El vino es una bebida que ha enamorado a las personas con el paso de los años, y su correcta conservación es fundamental para disfrutar de todo su sabor. Una práctica común, pero errónea, es volver a colocar el corcho original en la botella después de abrirla, pero esta acción, aparentemente inofensiva, puede tener consecuencias negativas en la calidad y el sabor del vino.La principal razón para evitar esta práctica radica en la naturaleza porosa del corcho.