En el mundo de la política siempre se ha visto un Germán Vargas Lleras con un carácter fuerte, dando la pelea, afrontando las situaciones, dando amplios debates, discutiendo con sus contradictores y generando una imagen de un hombre de mal genio.Sin embargo, el embarazo de su hija Clemencia Vargas lo hace sonreír y pensar en lo que hará desde el nacimiento de su nieto Agustín, que llegará el mundo en febrero de 2025.En el programa El debate de SEMANA, dijo que será un abuelo excepcional y que el mal genio quedará únicamente para asuntos de la política porque con Agustín será “cariñoso, cons