De la misma manera en la que los centros comerciales manejan sus espacios para la comodidad de los clientes, la legislación colombiana es muy contundente sobre la realidad de las mascotas en propiedades horizontales.
¿Cómo es la Ley de propiedad horizontal con las mascotas?
La interacción entre mascotas y la Ley de Propiedad Horizontal en Colombia involucra varios aspectos legales que buscan equilibrar los derechos de los propietarios con la convivencia en comunidad. Aquí, los puntos más importantes:
En general, la ley protege el derecho de los propietarios a tener mascotas en sus residencias. Sentencias de la Corte Constitucional han reconocido que la tenencia de mascotas forma parte del derecho al desarrollo de la personalidad y la intimidad familiar. Sin embargo este derecho tiene restricciones de convivencia y salubridad.
Cada edificio o conjunto residencial tiene su propio reglamento, que puede establecer normas específicas sobre la tenencia de mascotas. Es fundamental revisar este reglamento, ya que puede variar entre diferentes propiedades. Los reglamentos deben de acogerse a la normatividad nacional vigente.
La Ley 2054 de 2020 modifica el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, y establece que no se puede prohibir el tránsito y la permanencia de mascotas en las zonas comunes de los conjuntos residenciales. Aun con lo anterior, esto no significa que las mascotas puedan andar sin control.
Los dueños de mascotas son responsables de su comportamiento y de limpiar los excrementos. Deben tomar medidas para evitar molestias a los demás residentes, como ruidos excesivos o daños a la propiedad común. El uso de correa y bozal en razas determinadas, son obligatorios.
El Código Nacional de Policía y Convivencia establece normas generales sobre la tenencia de mascotas en espacios públicos, que también pueden ser aplicables a las zonas comunes de los edificios.
La Ley 746 de 2002 regula la tenencia y registro de animales potencialmente peligrosos y establece deberes de los dueños en general.
¿Puede ir una mascota suelta por el conjunto residencial?
La Ley 2054 de 2020, que modifica el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana (Ley 1801 de 2016), introduce cambios importantes en la tenencia de animales domésticos en propiedades horizontales.
La ley busca garantizar el tránsito y la permanencia de mascotas en las zonas comunes de conjuntos residenciales, pero esto no significa que puedan andar sin control. Se mantiene la obligación de la tenencia responsable, lo que implica que los dueños deben controlar a sus mascotas.
El Código Nacional de Policía y Convivencia sigue vigente en lo referente a la necesidad de mantener a las mascotas con correa en espacios públicos y zonas comunes.
Esta normativa además indica que no se podrá prohibir el transito de las mascotas, sin embargo esto no significa que ellas puedan estar sin supervisión y sin correa.
Aunque se protege el derecho de las mascotas a estar en las zonas comunes, se espera que los dueños tomen medidas para garantizar la seguridad y la convivencia.
Esto significa que, en la práctica, las mascotas deben estar con correa y bajo supervisión en la mayoría de las áreas comunes de los conjuntos residenciales.
Las reglamentaciones internas de cada propiedad horizontal, deben ajustarse a la normatividad nacional, pero también tienen cabida en lo que concierne a la normatividad interna.
¿Qué dice la ley sobre los excrementos de los perros?
En Colombia, la legislación ante los excrementos de perros se encuentra principalmente en el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016) y también tiene relación con la Ley 746 de 2002.
El Código Nacional de Policía establece claramente la obligación de los dueños de mascotas de recoger los excrementos de sus animales en espacios públicos y áreas comunes. El no recoger los excrementos de las mascotas puede conllevar a una sanción monetaria.
La Ley 746 de 2002 regula la tenencia y registro de perros potencialmente peligrosos, pero también incluye disposiciones generales sobre la tenencia responsable de perros. Dentro de sus puntos, se encuentra explicito el deber de los dueños de recoger los excrementos de sus mascotas.
Las sanciones por no recoger los excrementos de los perros varían, pero pueden incluir multas económicas. Para el año 2024, las sanciones superan los $170.000 pesos colombianos.
Estas leyes buscan proteger la salud pública y mantener la limpieza de los espacios públicos. Los excrementos de perros pueden ser una fuente de contaminación y propagación de enfermedades.