El juicio por el dominio de la publicidad online de Google comenzó ayer, marcando un posible punto de inflexión para el gigante tecnológico.
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Ayer, 9 de septiembre, en Virginia, comenzó un nuevo juicio antimonopolio contra Google, centrado en su negocio de tecnología publicitaria, valorado en más de 20 mil millones de dólares.
La acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos y varios estados alega que la empresa abusa de su poder monopolístico para controlar tanto a los anunciantes como a los editores en internet. Estos editores son los responsables de gestionar sitios web y plataformas que venden espacio publicitario digital, como medios de comunicación o páginas de contenido. Este es el segundo juicio de gran relevancia contra Google en menos de un año, lo que genera una pregunta intrigante: ¿Estamos presenciando el comienzo del fin del dominio de Google en el mercado publicitario digital?
El negocio publicitario de Google enfrenta amenazas de disolución.
Desde hace más de 16 años, Google ha dominado el mercado de la publicidad online. Este dominio se extiende sobre varias herramientas, como las que usan los editores, que son las empresas o personas encargadas de gestionar sitios web que muestran anuncios para obtener ingresos. Los editores incluyen medios de comunicación, blogs, o cualquier plataforma que utilice Google para vender espacios publicitarios. Google también controla la tecnología que conecta a estos editores con los anunciantes, es decir, las empresas que compran esos espacios para mostrar anuncios. Este control ha sido cuestionado en el juicio, ya que el Departamento de Justicia alega que Google ha abusado de su poder para quedarse con una parte significativa de los ingresos generados por los anuncios.
El juicio se centra en si Google ha abusado de su posición dominante al adquirir empresas rivales y controlar los procesos de subastas publicitarias. Los críticos señalan que Google cobra hasta 35 centavos por cada dólar gastado en publicidad digital, limitando las opciones de los editores y anunciantes. Google ha sido acusada de bloquear la competencia incentivando a los editores a adoptar sus herramientas y bloqueando el acceso a alternativas competidoras. Para ponerlo en contexto, los editores, como los dueños de sitios web de noticias o blogs, dependen de herramientas como Google Ad Manager para vender espacios publicitarios y mostrar anuncios de empresas en sus páginas. La acusación afirma que Google ha manipulado estos sistemas a su favor, perjudicando a otras empresas del sector.
El resultado de este juicio podría tener consecuencias masivas para Google, e incluso podría obligar a la empresa a deshacerse de partes clave de su negocio, como Google Ad Manager. Los expertos señalan que, aunque este juicio es complejo debido a la naturaleza técnica del mercado publicitario, las recientes derrotas de Google en otros juicios antimonopolio aumentan la presión sobre la compañía. En el caso de perder, Google no solo enfrentaría sanciones…