Desde hace varios años se ha recomendado desconectar algunos aparatos electrónicos después de ser utilizados. Aunque para muchos puede tratarse de un tema de ahorro de energía, lo cierto es que hacerlo reduce el riesgo de cortos circuitos o, en el peor de los casos, incendios.
(Vea también: Cuidado con estos electrodomésticos en el hogar: son peligrosos si se conectan a multitoma)
Si bien es cierto que hay algunos electrodomésticos que no se pueden desconectar de manera recurrente, como por ejemplo la nevera, hay otros que preferiblemente es mejor mantener desenchufados.
No obstante, si requieren utilizarse por un tiempo prolongado, expertos mencionan que se pueden dejar conectados, pero una vez terminado su uso es recomendable apagarlos y desconectarlos.
¿Qué electrodomésticos deberían desconectarse después de usarlos?
Es altamente recomendable desconectar, principalmente, los aparatos que originan calor o que tienen componentes electrónicos sensibles. Esto ayuda a prolongar su vida útil, reducir el consumo de energía y prevenir posibles accidentes.
Algunos de ellos son:
- Tostadora: al provocar mucho calor, puede sobrecalentarse si se deja conectada.
- Cafetera: similar a lo que ocurre con la tostadora, el elemento calefactor puede seguir funcionando si no se desconecta.
- Plancha: el calor constante puede dañar los componentes internos si se deja encendida.
- Secador de pelo: aunque se enfría rápidamente, es mejor desconectarlo para evitar sobrecargas.
- Cargadores de dispositivos: una vez que tu teléfono, tablet u otro dispositivo esté completamente cargado, es mejor desconectar el cargador de la toma de corriente.
- Electrodomésticos de cocina pequeños: batidoras, licuadoras, procesadores de alimentos, etc.
- Calentadores de agua: si tienes un calentador de agua eléctrico portátil, se recomienda desconectarlo cuando se termine de usar.