Worldcoin es una empresa del director ejecutivo de OpenAI que escanea el iris del ojo a las personas y a cambio les paga con criptomonedas. Esta práctica puede traer varios riesgos debido a la información sensible que se estaría entregando.
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A Colombia ha llegado una criptomoneda que se basa en identidad digital y en el uso de tecnología biométrica, una funciona a través de un dispositivo llamado “Orb” que se encarga de capturar las características únicas de cada ojo.
Este modelo ha generado polémica en varios países donde ha estado la compañía, tanto así que en algunas naciones se le ha prohibido el desarrollo de sus actividades por el riesgo que estas generan.
Respecto a esto, varios expertos han expresado su preocupación por el constante aumento que hay en la aceptación para permitir la escaneada del iris, pues esto puede generar daños irreversibles.
Para Danielle Zaror, investigadora del Centro de Estudios en Derecho, Tecnología y Sociedad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, la entrega de este tipo de datos biométricos expone a los usuarios “a riesgos a largo plazo como la suplantación de identidad o el uso indebido de su información personal”, así lo expresó ante un medio chileno.
Por su parte, para Jordi Sierra, profesor de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), es peor dar datos biométricos que una contraseña o una clave.
“La preocupación viene por la entrega de información privada que nos identifica. A diferencia de las contraseñas, que se pueden cambiar en caso de problemas, nuestros rasgos oculares permanecen inalterables”, ha expresado de forma pública el académico.
Además, las empresas de ciberseguridad han expresado los mayores riesgos de esta práctica, especialmente cuando se hace a cambio de recibir un valor en criptomonedas.
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Uno de los aspectos que se deteriora con el escaneo del iris es la privacidad, pues los datos de esta parte del ojo son extremadamente sensibles que pueden ser utilizados para propósitos no autorizados.
Esto se da porque cada iris es tan único “como un copo de nieve”, por lo que la posibilidad de que dos iris coincidan es prácticamente inexistentes, pues contiene información de variabilidad genética más precisa que las huellas dactilares o la estructura facial.
Con estas características, estos datos en manos equivocadas pueden generar varios problemas, no solo la suplantación, sino también la identificación y categorización de las personas, generando un gran riesgo para los derechos y las libertades de los seres humanos.
Además de esto, la entrega de información biométrica a organizaciones que han sido investigadas a nivel internacional aumenta el riesgo de venta de información, un negocio que, de acuerdo con expertos, es altamente lucrativo para varias compañías.
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El iris, más que solo ser una herramienta de identificación como la huella o el reconocimiento facial, también puede revelar el estado de salud de alguien, por ejemplo, si tiene enfermedades infecciosas o el diagnóstico de patologías hereditarias como la leucemia y signos de afectaciones crónicas como la insuficiencia cardíaca.
Por eso el llamado que se hace es para pensarlo dos veces antes de permitir el acceso a toda esta información, entidades como la Superintendencia de Industria y Comercio que están investigando a Worldcoin hacen una advertencia a las personas para que sean cuidadosas con su información personal.