Desde una casa en Medellín, con una vieja consola Famicom y juegos como Super Mario Bros y Duck Hunt, los hermanos Juan David y María Alejandra Bermúdez descubrieron su amor por los videojuegos.
Sentados junto a sus hermanos mayores, se sumergieron por primera vez en mundos pixelados que, años después, los inspirarían a fundar Frecuencia Gamer, una iniciativa que desde hace más de siete años trabaja para fortalecer la naciente industria de desarrollo de videojuegos en la capital antioqueña.
Su proyecto es una plataforma que ofrece consultoría, impulsa el talento local, organiza eventos y fomenta la educación dentro del sector. “Nos dimos cuenta de que hacía falta un medio especializado en videojuegos en la ciudad”, explica a EL COLOMBIANO María Alejandra, quien junto a su hermano ha liderado la iniciativa desde su creación en 2016.
El proyecto nació en el seno de la Universidad de Medellín, en un semillero de investigación donde varios estudiantes, entre ellos los hermanos Bermúdez, decidieron crear un espacio para visibilizar la escena de videojuegos en la ciudad. “Frecuencia Gamer surge porque queríamos contar lo que estaba sucediendo en la industria de videojuegos acá, quiénes estaban haciendo juegos, quiénes organizaban eventos o competencias”.
El primer paso fue sencillo: un programa de radio en la emisora de la universidad, donde entrevistaban a desarrolladores locales y discutían sobre la industria. “Empezamos muy tímidos, con poca experiencia frente a los micrófonos, pero con mucha pasión por lo que hacíamos”, añade Juan David.
Pero lo que comenzó como un simple programa de radio, rápidamente se convirtió en un espacio clave para la comunidad de videojuegos en Colombia. La visión de los hermanos Bermúdez era clara: crear un medio que reflejara lo que estaba sucediendo en este sector, no solo en Colombia, sino también en Latinoamérica.
“Nosotros empezamos entrevistando a quienes estaban haciendo algo dentro de este campo y luego fuimos ampliando nuestra visión”, explica Juan. Su formación como desarrollador de videojuegos les permitió tener una perspectiva única sobre la industria, pero con el tiempo se dieron cuenta de que también era necesario formar una comunidad activa y comprometida.
Uno de los puntos clave en la evolución de la iniciativa fue el momento en que decidieron ir más allá de las ondas radiales. “Al principio solo hacíamos radio, no teníamos ni redes sociales para mostrar lo que estaba pasando en la ciudad. Fue ahí cuando comenzamos a cubrir eventos, realizar streamings y generar contenido más variado”.
El camino hacia la profesionalización no fue fácil. A lo largo de estos años, han sorteado diferentes obstáculos, pero siempre con la convicción de que la industria de los videojuegos en Colombia tiene un potencial enorme.
Uno de sus logros más importantes ha sido la creación de alianzas, tanto locales como internacionales. “Hemos trabajado con empresas colombianas, organizamos eventos, apoyamos a jóvenes talentos y tratamos de visibilizar la escena indie, tanto nacional como regional”, comenta María Alejandra.
Además de su trabajo en la difusión, Frecuencia Gamer ha desarrollado una red sólida de apoyo a desarrolladores locales. “Recibimos proyectos de desarrolladores independientes y les ayudamos a darse a conocer a través de nuestras plataformas. Creemos que uno de los grandes retos es que muchas veces los pequeños estudios no tienen los medios para promocionar su trabajo y ahí es donde entramos nosotros”.
María Alejandra subraya que el crecimiento de Frecuencia Gamer no habría sido posible sin el apoyo de muchas personas que se han sumado a lo largo del camino. “Siempre ha habido personas que han apoyado al crecimiento de Frecuencia Gamer”, comenta, destacando el papel de artistas, programadores y empresarios que, al igual que ellos, están comprometidos con el desarrollo de la industria local.
En 2020, el proyecto logró importantes avances tras obtener capital semilla y participar en convocatorias como Medellín Creativa y el Lab Audiovisual, que les brindó no solo financiamiento, sino también formación en áreas como administración y finanzas.
Estos fondos les permitieron mejorar su capacidad técnica con la adquisición de equipos como micrófonos y cámaras, lo que facilitó una cobertura más profesional de la industria.
En su transición hacia una empresa más estructurada, Frecuencia Gamer ha diversificado su labor, brindando apoyo en diferentes áreas que han resultado clave para la industria local.
Uno de sus enfoques ha sido la organización de eventos, trabajando con entidades interesadas en el desarrollo de la industria.
Además, ofrecen asesoría en desarrollo y arte digital, gracias a la formación de sus fundadores y colaboradores en estas áreas. Sin embargo, María Alejandra aclara que el propósito de Frecuencia Gamer no es convertirse en una empresa de desarrollo de videojuegos, sino apoyar a las empresas que ya están inmersas en la creación de estos productos.
Una de las áreas en las que Frecuencia Gamer ha puesto más énfasis es en el Quality Assurance o aseguramiento de la calidad, servicio que ofrecen a los desarrolladores locales para probar sus productos antes de lanzarlos al mercado.
Este apoyo, que muchas veces hacen gratis, busca garantizar que los videojuegos presenten la menor cantidad de errores posible, algo fundamental para el éxito de los productos en un mercado tan competitivo.