Encuentran fósil de “ave del terror” en Colombia
Un fósil encontrado en el desierto de la Tatacoa, en Colombia, confirma la existencia de una “ave del terror” que habitó Sudamérica hace 12 millones de años.
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Este fósil, conservado por el coleccionista César Perdomo durante casi 20 años, es el primero de esta especie descubierto en la región tropical de Sudamérica. Al estudiarlo, los científicos concluyeron que esta ave prehistórica superaba ligeramente en altura a una persona y tenía un enorme pico curvado, perfecto para cazar. ¿Qué otros secretos revela este depredador sobre los ecosistemas tropicales de su época?
Un depredador inesperado en el trópico colombiano
El fósil pertenece a las Phorusrhacidae, llamadas aves del terror, una familia de aves grandes y carnívoras con picos fuertes y patas adaptadas para correr. Estos animales podían medir hasta tres metros de altura, casi como una puerta estándar, y su peso superaba los 70 kilos, más que un perro de raza grande. Con un pico robusto y ganchudo, cazaban animales pequeños en el suelo, siendo de los depredadores más temidos de su tiempo. Hasta ahora, sus restos solo se habían encontrado en el sur de Sudamérica y en algunos puntos de Norteamérica. Este fósil en la Tatacoa desafía las ideas previas sobre su distribución geográfica, sugiriendo que estas aves también vivieron en zonas tropicales. Con escaneo 3D, los investigadores analizaron la estructura del fósil y concluyeron que este espécimen es uno de los más grandes de su tipo.
El fósil tiene marcas de dientes que coinciden con las de un Purussaurus, un caimán gigante que compartía la misma región y medía hasta nueve metros de largo, más de la longitud de un autobús escolar. Estas marcas sugieren un enfrentamiento entre ambos depredadores, posiblemente con un desenlace mortal. Hace 12 millones de años, la Tatacoa era un lugar muy distinto al actual desierto: un entorno húmedo y lleno de vida, donde convivían grandes mamíferos, reptiles y primates. La presencia de este fósil plantea preguntas sobre cómo coexistían y competían estos animales gigantes por el alimento en un ecosistema con una alta densidad de depredadores.
El descubrimiento de esta ave en Colombia ayuda a entender mejor cómo era Sudamérica hace millones de años y cómo se distribuían las especies en el continente. Muestra que las aves del terror no solo habitaban zonas abiertas del sur, sino que también se adaptaron a regiones tropicales con ríos y vegetación densa. En el Mioceno, la Tatacoa era una zona con ríos que cruzaban el paisaje, rodeados de árboles y arbustos, creando un hábitat ideal para muchas especies grandes y carnívoras. Con la ayuda del museo La Tormenta, creado por Perdomo en la Tatacoa, estos fósiles están accesibles para el público, ayudando a la gente a conocer el patrimonio fósil y a conectar con el pasado remoto de Colombia.
En 2023, el equipo de la Universidad Johns Hopkins usó un escáner portátil para crear un modelo tridimensional del fósil, en particular del tibiotarso, un hueso de la pata que en humanos sería la espinilla. Aunque el fósil está incompleto, las medidas sugieren que esta ave alcanzaba más de dos metros y medio de altura, siendo más grande que la mayoría de sus parientes conocidos. Este escaneo 3D permite a los investigadores compartir el modelo con otros científicos, promoviendo estudios colaborativos y preservando el fósil original para futuros análisis. Estos métodos ayudan a entender mejor las adaptaciones y la capacidad de caza de estas aves prehistóricas en distintos tipos de ecosistemas.
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