El espacio profundo acaba de revelar un enigma acústico que dejó perplejos a los científicos: a través de los satélites Magnetospheric Multiscale (MMS), la Nasa captó ondas electromagnéticas, a una distancia de 165.000 kilómetros de la Tierra, que, al ser transformadas en señales de audio, suenan como un trinar de pájaros.
Para leer: Una casita roja se posará en la Luna, ¿cómo será posible?
El fenómeno, también conocido como “ondas de coro”, fue identificado en una región donde el campo magnético terrestre se deforma debido al viento solar, y fue descrito y publicado en un artículo del último número de la revista Nature.
Según los científicos, es la primera vez que estas ondas electromagnéticas, extremadamente cortas y con una duración de apenas 0.1 segundos, se detectan tan lejos, rompiendo con las teorías que hasta ahora limitaban su formación a áreas más cercanas a la Tierra, como los cinturones de radiación de Van Allen.
Richard Horne, experto en clima espacial señaló, en el periódico El Confidencial, que este descubrimiento desafía los modelos existentes: “Creíamos que las ondas de coro dependían exclusivamente de las condiciones cercanas a la Tierra, pero esta detección demuestra que también pueden formarse en regiones más remotas, donde el campo magnético está altamente distorsionado”.
En el mismo artículo de Nature se describe a las ondas de coro como “algunas de las emisiones electromagnéticas más potentes del espacio cercano a la Tierra”, causadas por electrones de alta energía que vibran a frecuencias cercanas a las que puede percibir el oído humano.
Entérese de más: Alineación de seis planetas en enero 2025: cómo y cuándo ver este fenómeno desde Colombia
Además, cuando suceden en las cercanías de nuestro planeta azul, esas emisiones contribuyen a formar auroras boreales y protegen la atmósfera de partículas cargadas provenientes del Sol, así que su detección a miles de kilómetros sugiere que este fenómeno podría ser común en otras regiones del sistema solar.
No obstante, también plantean riesgos, ya que pueden generar radiación peligrosa para satélites y astronautas en misiones espaciales.
La localización de este “canto cósmico” en una región donde las condiciones magnéticas no son las típicas para su formación representa un nuevo desafío para los investigadores.
Tal y como explicó el equipo internacional que lidera el estudio, estas emisiones podrían ser más comunes en ambientes extremos y deformados por el viento solar, como ocurre en los alrededores de otros planetas.
Pero el estudio no solo tiene implicaciones teóricas, sino también prácticas: comprender mejor cómo se generan las ondas de coro y su interacción con partículas cargadas podría mejorar los modelos de predicción de clima espacial y ayudar a proteger la infraestructura tecnológica que opera en órbita terrestre.
Le puede interesar: Luna de Lobo 2025: así deslumbró al mundo la primera Luna llena del año
Aunque ya se habían detectado ondas similares en otros planetas como Saturno y Júpiter, esta nueva observación sugiere que el fenómeno no es exclusivo de regiones cercanas a los cuerpos celestes, lo cual abre la posibilidad de que este tipo de emisiones sea un fenómeno universal, presente en múltiples entornos cósmicos y con un rol crucial en la dinámica del espacio.