Los cargadores de carga rápida permiten obtener una cantidad significativa de batería en un lapso de tiempo considerablemente menor en comparación con los cargadores estándar.
Sin embargo, es una percepción común que muchos de los cargadores de carga rápida disponibles en el mercado son genéricos, es decir, fabricados por terceros y no directamente originales para cada celular.
¿Es correcto o no usar carga rápida?
La clave para usar la carga rápida de forma segura radica en la compatibilidad y la calidad de los componentes. Los fabricantes de teléfonos implementan sistemas de gestión de energía sofisticados que se comunican con el cargador para regular el flujo de energía y la temperatura de la batería. Cuando usa un cargador que es compatible con el protocolo de carga rápida del dispositivo (por ejemplo, Quick Charge, Power Delivery), esta comunicación permite que el teléfono acepte una mayor cantidad de energía de forma controlada y segura.
Los riesgos potenciales asociados con la carga rápida suelen surgir cuando se utilizan cargadores de baja calidad o no compatibles. Estos cargadores pueden no implementar adecuadamente los protocolos de seguridad, lo que podría llevar a problemas como sobrecalentamiento, sobretensiones o incluso daños a la batería y al dispositivo.
¿Qué pasa al usar cargadores de carga rápida?
Es importante tener en cuenta que la carga rápida puede generar más calor en el dispositivo y en el cargador en comparación con la carga estándar. Los fabricantes implementan sistemas de gestión de temperatura para mitigar este efecto y evitar el sobrecalentamiento, pero es posible notar que el teléfono se siente más cálido durante el proceso de carga rápida, lo que quiere decir que no infla la batería, según expertos.
Algunos otros puntos son:
- Impacto a largo plazo en la batería.
- Degradación de la batería.
- Es posible notar que el celular se sobrecalienta en cierto rango durante la carga.
(Vea también: Truco poco conocido para saber si un cargador está consumiendo mucha energía)
¿Qué pasa si carga el teléfono de 25W con un cargador de 65W?
Cuando conectas un celular diseñado para una carga de 25W a un cargador con una capacidad de 65W, lo que sucede es que el teléfono solo extraerá la cantidad de energía que está diseñado para manejar de forma segura, que en este caso son 25W. El cargador de 65W tiene la capacidad de suministrar hasta 65 vatios de potencia, pero el dispositivo es el que regula la cantidad de energía que realmente absorbe.
Los ‘smartphones’ modernos y otros dispositivos electrónicos incorporan circuitos de control de carga inteligentes. Estos circuitos se comunican con el cargador para determinar su capacidad y luego gestionan el proceso de carga de la batería de acuerdo con las especificaciones del dispositivo.
¿Qué pasa cuando deja un cargador conectado por mucho tiempo?
Dejar un cargador conectado a un dispositivo electrónico (como un ‘smartphone’, tablet o portátil) una vez que la batería ha alcanzado el 100 % de su capacidad es una práctica común, pero la realidad es que los dispositivos modernos están diseñados con circuitos de protección que, en gran medida, mitigan los riesgos asociados con la sobrecarga.
Cuando un dispositivo alcanza la carga completa, el circuito de administración de energía ‘Power Management Integrated Circuit o PMIC’ dentro del dispositivo detiene o reduce drásticamente el flujo de corriente desde el cargador a la batería. En este punto, el dispositivo comienza a alimentarse directamente de la energía del cargador, en lugar de seguir cargando la batería. Esto evita la sobrecarga y el sobrecalentamiento excesivo que podrían dañar la batería.
Sin embargo, aunque la sobrecarga directa ya no es un problema significativo, dejar un cargador conectado continuamente puede tener otros efectos sutiles a largo plazo. Uno de ellos es el mantenimiento de la batería a un voltaje alto constante.