Cada cuatro minutos, un niño o niña es asesinado en el mundo. Con este dato, que refleja una dramática realidad frente a la protección de los derechos de los menores de edad, de talante internacional, la Unicef instaló en Bogotá la primera Conferencia Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez. Un panorama que en Colombia cobra especial relevancia, toda vez que las cifras también muestran graves vulneraciones que sufre esta población.
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En el país, según las cuentas de Naciones Unidas para la Infancia y Adolescencia, todos los días 53 menores de edad sufren de cualquier tipo de violencia. Y los informes de Medicina Legal complementan este número: van 440 homicidios en lo corrido del año y 13.420 exámenes medicolegales por presunto delito sexual practicados a niños y niñas entre los 0 y 17 años.
Más allá de las estadísticas, casos como el de la niña Sofía Delgado y el del niño Alexis Delgado, ambos abusados y asesinados en dos pueblos diferentes y a escasos días de diferencia, dimensionan la magnitud de esta problemática.
Conscientes de los esfuerzos necesarios para combatir el flagelo de las violencias hacia la niñez, las delegaciones de más de 100 países, bajo el paraguas de la Unicef, se dieron cita para trazar una hoja de ruta, tanto en políticas públicas como en proyectos y financiación, para proteger los derechos de los menores en todos los rincones del mundo.
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“El propósito es conectar a todos los gobiernos líderes en esta temática para salir con compromisos que la comunidad internacional pueda apoyar. La idea es sumar esfuerzos. Este es un fenómeno social con mucha normalización, por lo que de nada sirve tener políticas excelentes si no tienen una implementación efectiva. Por eso me parece interesante la propuesta de esta primera Conferencia Mundial, porque pone en el centro de nuestra atención todos los sistemas de protección hacia la niñez”, le dijo a este diario Anna Azaryeva Valente, representante adjunta de Unicef en Colombia.
El contexto global
Otros datos que presentó la Unicef en la inauguración de la Cumbre, para exponer los frentes de acción a los cuales dirigir los compromisos, tienen que ver con la violencia sexual. Globalmente, 90 millones de niños, niñas y adolescentes han sufrido este flagelo; 650 millones de mujeres padecieron este tipo de agresiones en su infancia y casi 50 millones de adolescentes, entre 15 y 19 años (1 de cada 6) han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de sus esposos o parejas en el último año. Lo que refleja a su vez el drama del matrimonio infantil.
En el caso de los niños, 1 de cada 11 está expuesto a sufrir violaciones o agresiones sexuales. Y, en lo que tiene que ver con violencia intrafamiliar, 1.600 millones de niños y niñas (2 de cada 3) sufren regularmente castigo físico en sus hogares.
En Colombia, 53 niñas y niños son violentados todos los días. Juego y NiñezEn Colombia, además de estos entornos, los menores están expuestos a las dinámicas del conflicto armado, en los que son el principal blanco de fenómenos como el reclutamiento forzado. “Desafortunadamente, las tendencias en Colombia muestran que, desde el 2019, se están aumentando los casos de graves violaciones contra la niñez, en el marco del conflicto. Solamente entre 2022 y 2023 este número, según el mecanismo de verificación de la ONU, creció 49 %. La realidad es preocupante. 43 % de estos niños y niñas vienen de comunidades indígenas y afros. Por eso, en las mesas de diálogo es sumamente importante que los derechos de la niñez estén en el corazón de las conversaciones”, expuso la representante de la Unicef.
El marco regulatorio
Una de las herramientas disponibles para combatir la violencia infantil -y un punto discutido en la Conferencia- es el marco regulatorio de cada país. Frente a este tema, la directora global de Unicef, Sheema SenGupta, habló con este diario sobre los lineamientos que se deben tener en cuenta para fortalecer esta legislación.
En un país donde matan a diario 1.5 niños, ¿cómo debe ser la legislación para confrontar esta realidad?
Sin importar el número de niños asesinados, ni el país, la legislación debe proteger realmente a los menores de edad y tener mecanismos para prevenir que los agresores cometan estos crímenes y salgan impunes.
¿Qué tipo de herramientas considera necesarias para crear entornos seguros?
Sólo un país en el mundo no ha ratificado la convención de los derechos de los niños en donde se exponen los mecanismos legislativos para su protección. Todos los países la han acoplado y esto hace que se alinee con sus legislaciones nacionales. Yo creo que todos los Estados deberían basarse en esta convención, que es enfática en la ruta a seguir y contempla medidas para la protección de los derechos de los menores.
¿Qué piensa sobre medidas que se han planteado como penas más altas y cadena perpetua para agresores de menores?
Claramente tienen que haber penas más fuertes.
¿Cómo proteger la niñez vulnerada en entornos de comunidades étnicas sin violar su autonomía cultural?
No puedo comentar el caso de Colombia, porque no lo conozco específicamente, pero puedo hablar sobre otros casos del mundo, por ejemplo en África, en Ghana, donde tienen su propia legislación los jefes de las tribus. Como Unicef trabajamos con ellos a través de la legislación nacional, la cual protege a los niños. Y entablamos diálogos directamente con los jefes, exponiendo las formas de proteger a sus niños, para prevenir prácticas como el matrimonio infantil, que es muy popular en estas regiones, y articulándonos con líderes culturales y religiosos para mostrarles con ejemplos y con cifras el daño de este tipo de prácticas.
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SARA VALENTINA QUEVEDO
Redacción Justicia
Sara Valentina Quevedo Delgado