La reciente aprobación del proyecto de reforma laboral en la Cámara de Representantes ha generado un amplio rechazo entre los comerciantes colombianos. Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), calificó la medida como un “duro golpe para la generación de empleo”, advirtiendo que los artículos aprobados desencadenarán un incremento significativo en los costos laborales. Este aumento, según Cabal, afectará de manera desproporcionada a las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el 97 % del tejido empresarial en el país.
El líder gremial resaltó que la reforma parece estar diseñada para beneficiar a los trabajadores ya empleados, en particular a aquellos que están sindicalizados, dejando de lado a más de dos millones de colombianos que actualmente se encuentran sin empleo formal. “La preocupación radica en los artículos que generan costos adicionales para los empleadores”, comentó Cabal, añadiendo que estos cambios podrían tener un impacto severo en sectores como el comercio, restaurantes, panaderías y empresas de logística.
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Un ejemplo clave de este aumento es el artículo 13, que establece un recargo nocturno a partir de las 7 p. m., lo que se traduce en un incremento del 8.95 % en los costos. Cabal argumentó que a medida que aumente el número de trabajadores y las horas extras nocturnas, el peso financiero sobre las empresas se intensificará, lo que a su vez podría obstaculizar la creación de nuevos empleos e incluso provocar la pérdida de los existentes.
Cabal también hizo un llamado a la atención sobre el proceso legislativo, señalando que la mayoría de los representantes parecen ignorar los efectos perjudiciales de la reforma laboral, aprobando artículos que incrementan los costos y, por ende, el riesgo de desempleo. “Es evidente que quienes están aprobando estos artículos piensan más en sus intereses personales que en el bienestar del país”, criticó el dirigente gremial.
La reforma incluye otros aspectos preocupantes, como el aumento de la remuneración durante el día de descanso obligatorio, que pasará del 75 % actual al 100 %. Aunque se contempla un periodo de transición, esto implica un incremento del 25 % en los costos para las empresas. Además, la eliminación de la exigencia de presentar excusas médicas por incapacidad podría impactar negativamente la productividad laboral.
Cabal finalizó enfatizando que esta situación plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad futura de las empresas en Colombia. Para sobrevivir, las compañías pueden verse obligadas a cambiar sus jornadas laborales, aumentar precios o, lamentablemente, despedir empleados. “Esto puede ser una estocada final para el tejido empresarial colombiano”, concluyó.
Con un panorama incierto y con posibles efectos devastadores para el empleo, la comunidad empresarial observa atentamente los próximos pasos en el desarrollo de esta reforma.