El puente de la 4 Sur parece hoy más una vieja estructura de hace medio siglo y no una megaobra que costó $205.000 millones y fue inaugurada apenas hace una década. En un recorrido que hicimos evidenciamos que el robo y vandalismo contra pasamanos, barreras metálicas y láminas antiruido siguieron sin freno alguno. Los residentes y comerciantes tanto de Cristo Rey, del lado de Guayabal, y de El Poblado, señalan que este año la Alcaldía no ha hecho ni una sola intervención de mantenimiento y que la última vez fue hace más de un año cuando reemplazaron algunas barandas y pasamanos hurtadas.
Al final, ocurrió lo que la comunidad le había advertido a la Alcaldía cuando esta insistió en invertir $1.800 para “adornar” el puente con mejoras superficiales como la pintura de las barras cuando la situación de seguridad e infraestructura en el puente y sus alrededores eran tan grave y evidente: que tal inversión no iba a ser más que un embeleco para cubrir el desmantelamiento y deterioro progresivo de esta megaobra. Curiosamente, mientras cerca de 2.000 familias en zona de influencia de este puente padecen la inseguridad y el mal estado del puente de la 4 Sur todos los días, la alcaldía ha seguido “vendiéndolo” como ícono turístico de la ciudad. Incluso allí, justamente hace un año, se realizó una pomposa pasarela de Colombiamoda. Claro que la hicieron de noche, seguramente para evitar que los asistentes vieran realmente cómo luce el destartalado puente.