El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó una advertencia contundente: el futuro económico global enfrenta riesgos graves debido a una combinación de bajo crecimiento, tensiones comerciales crecientes y una deuda pública mundial en niveles récord.
Según la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, estos factores podrían sumir al mundo en una era prolongada de crecimiento económico mediocre, dificultando a las naciones abordar desafíos clave como la reducción de la pobreza, la inversión en energía limpia y la adaptación al cambio climático.
Georgieva señaló que el aumento de las barreras comerciales es particularmente preocupante, comparando su impacto con “echar agua fría a una economía mundial ya tibia”.
Este proteccionismo, impulsado por tensiones geopolíticas entre grandes economías como Estados Unidos y China, está llevando a las principales potencias a aplicar políticas industriales y comerciales más centradas en su mercado interno. Esta dinámica podría frenar aún más el comercio global, un motor clave del crecimiento económico en décadas pasadas.
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La directora del FMI advirtió sobre la combinación de bajo crecimiento y deuda elevada, que amenaza con perpetuar un futuro difícil.
El FMI reveló que la deuda pública global alcanzará los 100 billones de dólares, lo que equivale al 93 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, antes de que finalice este año. Este nivel de deuda, que ha sido impulsado principalmente por Estados Unidos y China, plantea graves riesgos para la estabilidad económica mundial, ya que limita la capacidad de los gobiernos para manejar crisis futuras y realizar inversiones necesarias, como la transición hacia energías limpias.
El panorama de crecimiento económico tampoco es alentador. En julio, el FMI proyectó un crecimiento mundial del 3,2 % para 2024 y un 3,3 % para 2025. Sin embargo, Bloomberg Economics es aún más pesimista, anticipando una expansión del PIB global de solo el 3 % para este año.
Este crecimiento es insuficiente para que muchos países puedan crear suficientes empleos, pagar sus crecientes deudas y abordar necesidades urgentes de inversión.
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El FMI también destacó la importancia de estar atentos a las crecientes tensiones en Oriente Medio y Europa, así como a las políticas cada vez más agresivas de algunos países en materia de seguridad nacional y comercio. Estas tensiones, junto con la desaceleración en las cadenas de suministro y las políticas proteccionistas, podrían frenar la recuperación económica mundial.
A pesar de este sombrío panorama, Georgieva reconoció algunos logros. Destacó que los bancos centrales han controlado con éxito la inflación en muchos países, y que los precios de los alimentos y la energía han comenzado a moderarse.
Además, señaló que los mercados laborales en Estados Unidos y la Unión Europea están experimentando un enfriamiento ordenado, lo que es positivo para evitar mayores presiones inflacionarias. Sin embargo, advirtió que la economía mundial todavía está lejos de estar completamente estabilizada.
Las advertencias de Georgieva se dieron a conocer antes de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, que reunirán a ministros de finanzas y dirigentes de bancos centrales de casi 200 países en Washington.
Además, el FMI publicará este martes 22 de octubre su actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial, en la que se espera detallar aún más los retos que enfrentan las economías globales, así como las oportunidades para revertir estas preocupantes tendencias.
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