Tiene la forma de una maloca y su ambiente se diseñó para provocar una experiencia inmersiva que despierte todos los sentidos.
Así es el Pabellón Colombia, el lugar donde funcionarios de distintos gobiernos, expertos de diverso origen y representantes de la sociedad civil y de la cooperación internacional van a hablar y discutir sobre cómo preservar la biodiversidad.
Este recinto, que está ubicado en la llamada Zona Azul de la COP16, el Centro de Eventos Valle del Pacífico, tiene un área de 18 x 20 metros, que se siente como un espacio sagrado que no solo conecta con la naturaleza, sino que invita a deliberar sobre el legado ancestral y el cuidado del entorno. Artesanías, telares, sonidos e imágenes de ecosistemas contribuyen a crear el ambiente especial que refleja el lugar.
Con el toque de Tuchín
Gissel González, gerente del Centro de Eventos Valle del Pacífico (CEVP), operado por el Grupo Heroica S.A.S, dice que el Pabellón Colombia está enmarcado en una conceptualización que destaca la riqueza cultural y la biodiversidad del país.
“Confiamos el desarrollo creativo al diseñador colombiano Andrés Cortés e hicimos un equipo para materializar este espacio, que refleja nuestra idiosincrasia”, explicó la ejecutiva.
Más de 300 personas hicieron parte del proceso de diseño y ensamblaje del pabellón, que implicó, entre otras cosas, un desarrollo estructural, un trabajo artesanal cuidadoso y el montaje de un componente audiovisual.
Entre los participantes estuvieron cien artesanos del municipio de Tuchín, Córdoba, que elaboraron a mano el tapete en tejido caña flecha, que alude al típico sombrero vueltiao, patrimonio de Colombia.
El diseño arquitectónico
Ubicado en la Zona Azul, es el punto de encuentro para la generación de acuerdos y alianzas estratégicas. CortesíaEl pabellón tiene un túnel que despierta el sentido auditivo del visitante, para luego atraparlo con imágenes puestas en un corredor de pantallas curvas, que reflejan la biodiversidad colombiana tanto en las paredes como en el techo y el piso.
En los muros se observan diferentes especies de orquídeas, que hablan de la flora nativa.
Adicionalmente, cuenta con una terraza escalonada con parasoles tejidos a mano, evocando la arqueología de la Ciudad Perdida de la Sierra Nevada.
Tejidos a mano
El enfoque de la ancestralidad se completa con un telar en el que un grupo de jóvenes artesanos y adultos estará tejiendo en directo para todos los asistentes, desenterrando la cultura centenaria del tejido, arte que se transmite de generación en generación.
La ‘Casa de las Delegaciones’
“Este pabellón es la casa de Colombia en la Zona Azul de la COP16. Aquí vamos a recibir las reuniones bilaterales. Será un sitio de encuentro para la discusión política acerca de la situación de la biodiversidad”, resaltó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
La Zona Azul alberga 27 pabellones, incluido el de Colombia, y se llama así porque en ella se eleva la bandera de las Naciones Unidas, lo cual la convierte en un escenario internacional.
“Es como trasladar la Asamblea de la ONU de Nueva York a Cali. Eso implica que Naciones Unidas tome control de este territorio, que se vuelve jurisdicción mundial y es donde se van a dar las negociaciones entre los Estados”, explicó Muhamad, quien es además la presidenta de la COP16.
Al pabellón le caben 60 personas. Allí tendrán lugar sesiones oficiales, reuniones, negociaciones de alto nivel, eventos paralelos y ruedas de prensa que se convoquen durante los doce días de la Conferencia de las Partes.
Se realizarán 10 eventos diariamente, sumando 120 a lo largo de la COP16. En cada jornada habrá sesiones de una hora, en las cuales expertos y otros invitados podrán intercambiar ideas, reflexionar sobre los desafíos actuales y proponer estrategias que contribuyan al cumplimiento del Marco Global de Biodiversidad Kunming Montreal.
Bogotano diseñó el recinto
Sergio Andrés Cortés, el diseñador del Pabellón Colombia de la Zona Azul. CortesíaCuando le propusieron el proyecto, Sergio Andrés Cortés ya tenía claro lo que quería mostrar: un lugar que despertara los sentidos e hiciera reflexionar sobre la enseñanza de los saberes indígenas.
Cortés, diseñador bogotano, reconocido por su trabajo en el país y a nivel internacional, fue quien ideó la maloca hecha de madera 100% cultivada, que hoy es el corazón del Pabellón Colombia de la COP16.
“La maloca es el centro de conocimiento, es el lugar para compartir, como lo ha sido siempre, ancestralmente; y, en la parte externa, hay una zona de experiencias inmersivas”, explicó Cortés.
El creativo fue contratado por el Grupo Heroica S.A.S, que maneja el centro de eventos Valle del Pacífico. “Me pidieron realizar la conceptualización del diseño. Ellos creyeron en mí porque saben cómo pienso en el detalle. Me entregaron el proyecto y toda su confianza”, expresó Cortés (IG: @andrescortesoficial).
Para desarrollarlo, tuvo el apoyo en la parte estructural de 360 Group, una empresa caleña que lidera Pablo Rojas, y también del arquitecto Orlando Flórez. Los planos están desde hace siete meses, pero el proceso de montaje se hizo en el último mes.
“Quiero que sientan los 400 metros cuadrados del Pabellón, que escuchen el extraordinario sonido envolvente del lugar, y se asombren con pantallas de gran formato para streaming. Tenemos una pantalla curva que impresionará al verla encendida, porque tendrá un reflejo de techo a piso”, concluyó Cortés.
johann benavides - PERIODISTA EXTERNO ACE