La Asamblea General de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) dejó la visión de cuatro empresarios de trayectoria en Colombia sobre lo que necesita el país para desarrollarse a futuro, más allá de enfrentar las coyunturas actuales en el corto y mediano plazo.
En el espacio, donde se celebraron los 50 años de dicho centro de pensamiento, se adelantó el panel “La visión de los Empresarios”, del que participaron Elizabeth Rey, presidenta de Citi Colombia; María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval; Miguel Cortés, presidente de Grupo Bolívar; y Ricardo Jaramillo, presidente del Grupo Sura.
Estos líderes empresariales coincidieron en que el país atraviesa por un periodo de incertidumbre que, sin duda, está golpeando la confianza inversionista extranjera y privada, pero resaltaron que debe prevalecer el optimismo para superar las dificultades.
De hecho, los indicadores macroeconómicos en Colombia han mejorado en 2024. El país logró espantar el fantasma de la recesión económica que tomó fuerza a finales del año pasado, cuando la economía cerró con un pobre crecimiento de 0,6%. Hoy, el Fondo Monetario Internacional elevó su perspectiva de expansión del PIB colombiano al 1,6%, cuando en abril solo estimaba que fuera del 1,1%.
La inflación es otro dato que se está enfriando en Colombia. En 2022 fue de 13,12%, y el año pasado cerró en 9,3%; este año, el Ministerio de Hacienda reveló recientemente que el costo de vida podría ceder al 5,3% en 2024. Esto, además, incidiría en que el Banco de la República continúe bajando su tasa de intervención y, por ende, mejore el consumo.
El presidente del Grupo Bolívar, Miguel Cortés, manifestó que se siente un país con mucha angustia ante la falta de certeza de su rumbo hacia el futuro. Sin embargo, explicó que en medio de la incertidumbre hay que apuntarles a aprovechar las oportunidades de desarrollo que están surgiendo con los recientes avances en términos tecnológicos.
Respecto a la nube de incertidumbre, los empresarios comentaron que algunos de estos son provocados por los mensajes de incertidumbre que aterrizan desde el Gobierno Nacional. Frente a esa situación, los analistas siempre han llamado a que se envíen mensajes de certidumbre para motivar la inversión y, con ello, el crecimiento.
Sin embargo, los indicadores macroeconómicos son muy buenos frente a otros países de la región que conservan inflaciones muy desbordadas, como Argentina y Venezuela; así lo consideró Elizabeth Rey, presidenta de Citi Colombia, quien resaltó el papel de las instituciones para conservar la estabilidad económica en el territorio nacional.
Para Ricardo Jaramillo, presidente de Sura, el país debe trabajar en una fórmula para buscar consensos o propósitos comunes y más de lado los particulares.
Añadió: “El mundo está teniendo un cambio demográfico que nos va a impactar, hay un tema de obligatoriedad de sostenibilidad en términos energéticos, se desarrolla la inteligencia artificial; si nosotros como país no afrontamos esas realidades para conectar a Colombia con las tendencias del mundo y dejamos la coyuntura de corto, no vamos a desarrollarnos”.
Si bien el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) está reportando mejores indicadores de crecimiento, todavía hay retos para consolidarlos y parte de esto obedece a la inversión, pues dicho indicador todavía está rezagado: para el segundo trimestre de 2024, la formación bruta de capital fijo (inversión privada total) creció 1,7% en su serie original respecto al mismo periodo de 2023.
María Lorena, presidenta del Grupo Aval, sostuvo que se viven los peores porcentajes de la inversión pública y privada frente al PIB. Recordó que sin la inyección de capital no hay crecimiento ni empleo.
De igual forma, los bajos niveles de inversión afectan los grandes proyectos de infraestructura, que son claves en la generación de empleo. “Si no tenemos proyectos de infraestructura en los próximos años, nos vamos a demorar otros dos años para diseñar nuevos”, anotó.
En ese punto coincidió Elizabeth Rey. En su concepto, los proyectos de gran envergadura deben trabajarse de la mano de una alianza público-privada. “Hay emisiones al año en Latinoamérica de hasta 100 millones de dólares, de las cuales Colombia solo participa con un 5% para atraer ese capital e invertir en estos proyectos”.
Por su parte, Ricardo Jaramillo aseguró que para mejorar la dinámica de inversión hace falta avanzar en un marco jurídico, así como lo hacen muchas de las tendencias mundiales.
Añadió que muchas de las reformas sociales afectarán la inversión y el ahorro, por lo que son conversaciones que le incumben a todo el país y deberían trabajarse con propósitos comunes.
Los líderes empresariales también hablaron de promover a las pequeñas y medianas compañías. Estas son un motor de crecimiento económico y creación de nuevos empleos porque tienen un margen para expandirse mayor frente a empresas que ya son grandes y están desarrolladas.
Otro punto en que se hizo énfasis es en la reducción de la informalidad. Según el Dane, para el trimestre junio-agosto de este año, el 56% de los empleados están en la informalidad. Los empresarios llamaron a brindar más apoyo para que las pequeñas empresas se formalicen, generen impuestos y, a su vez, prestaciones para sus empleados.
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