Fueron más de 500 las propuestas salidas de las mentes y la experiencia de los jóvenes reunidos en varios espacios propiciados por CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- cuya programación concluyó este 25 de octubre con la presentación ante las autoridades ambientales asistentes a la zona azul de la COP16, de un manifiesto de 12 propuestas salidas de sus ejercicios de conexión y de compartir sus experiencia.
En el evento llamado “Diálogo intergeneracional de líderes, la oportunidad de salvar la biodiversidad desde las juventudes”, la asistencia fue apoteósica, quizás porque los jóvenes cuentan con la mayor energía, disposición y ganas de trabajar por materializar ideas que brinden soluciones concretas y efectivas a la salud de los ecosistemas de sus territorios. O, primordialmente, porque, como lo expresó Arturo Gaviria, representante de juventudes activistas por la protección de la biodiversidad, de Panamá: “somos la primera generación a la que los ha tocado de cerca el impacto aterrador del cambio climático y la última que podrá aportarle soluciones al planeta”.
¿Se imaginan ustedes ser guardianes de los más de 500 millones de hectáreas que poseemos en nuestro continente y que se deben cuidar? Los exhortamos a que lo sean”,
Desde Panamá, Perú, Brasil, e incluso Indonesia, hasta la Colombia de sur a norte, expresaron su voz y aportaron sus ideas para ser escuchados e invitaron a quienes tienen la sartén por el mango a que los vinculen a sus equipos y trabajen de la mano con ellos para poner en marcha soluciones que los beneficien a todos.
Así mismo, les pidieron a los representantes de la banca de desarrollo que abran líneas de financiación al alcance de las juventudes organizadas que trabajan por el cuidado de su cultura, su bioma, su flora y su fauna.
El evento fue una grandiosa oportunidad para que los jóvenes hablaran sin tapujos ni protocolos sobre la necesidad de que los más adultos y las autoridades establezcan puentes de unión con sus líderes en el propósito de recuperar al planeta del desastre que están experimentando las generaciones presentes.
Los jóvenes hablaron sobre la necesidad de que los más adultos y las autoridades establezcan puentes de unión con sus líderes para recuperar al planeta. CAFKevin Torres, por ejemplo, miembro de la Asociación de Agricultura Artesanal de Buenaventura, contó cómo la organización que él lidera viene trabajando con los niños y adolescentes en las zonas rurales de su municipio para enseñarles a cultivar plantas medicinales que se han utilizado desde la antigüedad para cuidar la salud de su pueblo: “Es una tradición que se ha venido perdiendo y que es necesario recuperar para mantener sanos nuestra cultura y nuestro territorio”. Con gran emoción habló de frutos autóctonos de su terruño, como la “papachina” o el pepepán; de animales que solo han sido vistos por los oriundos del puerto, como el tatabro.
Otros, en cambio, enfatizaron en que la actividad en la cual hoy por hoy son especialistas la mayoría de los jóvenes, el desarrollo de contenidos para las redes sociales, sea aprovechado para “pasar de las palabras a la acción”.
El encuentro de juventudes propiciado por CAF culminó con una ronda de preguntas en la cual interrogaron a Alicia Montalvo, gerenta de Biodiversidad de CAF, sobre muchos temas, entre ellos, cómo podría la juventud que trabaja por el medioambiente recibir apoyo financiero del banco, a lo que la ejecutiva respondió: “Hablen directamente con nosotros y háganlo de manera sencilla y concreta”.
“La diversidad es lo que nos conecta y cada uno de nosotros debería ser un ‘accionista’ de ella. ¿Se imaginan ustedes ser guardianes de los más de 500 millones de hectáreas que poseemos en nuestro continente y que se deben cuidar? Los exhortamos a que lo sean”, fue la invitación que hizo María Fernanda Zapata, representante de las juventudes del Guaviare, durante los minutos finales del encuentro.
periodista externo - ace