Muchos bogotanos que nacieron y se criaron en la capital entre las décadas de los 70’s y 90’s, seguramente recuerdan con cariño a una de las organizaciones a las que más acudían los padres de familia y de sus hijos para comprar sus artículos y decoraciones de fiestas.
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Quién era el dueño de La Gran Piñata, negocio en Bogotá
En ese sentido, La Gran Piñata surgió como empresa en diciembre de 1973, gracias al padre de Néstor Raúl Hoyos (su último gerente), quien hipotecó su casa y vendió el carro, con el fin de iniciar es el negocio con un capital de 80.000 pesos y la visión de ofrecer un solo lugar donde la gente pudiera encontrar todo lo necesario para sus celebraciones.
El primer almacén se ubicó en Bogotá en 1974, y desde ese instante la compañía comenzó a abrir sucursales en diferentes puntos de la ciudad.
A lo largo de los años, la empresa creció a un ritmo constante, alcanzando un buen posicionamiento en el mercado hasta que, en 1995, comenzó a enfrentar serias dificultades financieras. Según Hoyos, el costo de la construcción de la nueva sede y la adquisición de nuevos locales en Bogotá y Pereira no cumplieron con las expectativas de ventas.
Esto llevó al negocio a una crisis que incrementó su deuda a 2.400 millones de pesos en 1997, obligándola a reestructurarse. Ese golpe a su bolsillo hizo que la Superintendencia de Sociedades decidiera vigilar que el acuerdo entre la empresa y las entidades financieras, para pagar deudas por 450 millones de pesos.
Pese a sobrevivir a esa crisis, las ventas y la proyección de la empresa no resultaron como se esperaba e inició un fuerte declive que la llevó a cerrar sus puertas, ante las agobiantes deudas con sus acreedores y empleados.