Una nueva puja se ha generado en Bogotá por la ampliación de una importante vía en la capital, la avenida Boyacá en el norte de la ciudad, que tiene como objetivo descongestionar las entradas y salidas hacia ese punto, ya que actualmente la Autopista Norte y la Carrera Séptima no dan abasto con el amplio flujo vehicular.Uno de los que le ha puesto la lupa al tema es el concejal de Bogotá Daniel Briceño, del Centro Democrático, quien cuestionó si se estaría presentando una supuesta alianza entre la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y el director de la CAR, Alfred Ballesteros, por varios hechos que se han presentado.Según una denuncia que conoció SEMANA en exclusiva, todo giraría alrededor de una licencia ambiental que se requiere para la construcción de la vía y sobre la que Ballesteros no se habría pronunciado, lo que generó varias alertas que podrían llevar a que el proyecto se frene.El concejal de Bogotá denunció que el 28 de diciembre del 2023 se procedió por parte del director de la CAR a aprobar la licencia ambiental al proyecto. Sin embargo, el 24 de enero del 2024 se presentó el primer recurso de reposición por parte de Sabina Van der Hammen, nieta de Thomas van der Hammen.Posteriormente, el 24 de abril se presenta recurso por parte del Ministerio de Ambiente, en cabeza de Susana Muhamad, con el que también se pide frenar el proyecto. Según Briceño, las reposiciones carecen de sustento técnico para parar la licencia ambiental.El concejal recuerda que cuando Muhamad era la secretaria de Ambiente de Bogotá, de la alcaldía de Gustavo Petro, esa extensión de la avenida Boyacá fue incluida en el Mepot, con el objetivo de descongestionar la salida al norte de la capital. ¿Por qué el cambio de opinión?El exalcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, también se lo había recordado en su momento al mandatario. “Señor presidente, resulta que fue usted, como alcalde, el que expidió el Decreto 364 (Mepot) que ordena hacer la avenida Boyacá hasta la calle 242 (ALO, que también permitía y ordenaba hacer su decreto)”, aseguró.El tema es que ante el silencio del director de la CAR, a pesar de tener los argumentos técnicos y jurídicos para seguir adelante, el proyecto podría estar en riesgo. “Al no dar respuesta a los recursos de reposición, pero tampoco al oficializar la licencia ambiental, el director Ballesteros bloqueó y puso en alto riesgo esta obra estratégica para la ciudad”, afirmó Briceño.A todo el panorama se le suma un recurso adicional que podría estar generando un riesgo mayor para que el proyecto no sea una realidad. Desde el Ministerio de Ambiente presentó una demanda de nulidad ante el Consejo de Estado en el que se argumenta que el director de la CAR perdió competencia, por lo que pide un silencio administrativo negativo sobre su solicitud de reposición y solicita la nulidad de la licencia ambiental y medidas cautelares de la suspensión.“A pesar de ser su obligación legal, el director de la CAR no ha resuelto los recursos de reposición a pesar de contar con todos los argumentos técnicos y jurídicos que ha construido su propia entidad para emitir dos decisiones trascendentales como lo son la Sustracción de la reserva y la correspondiente licencia ambiental”, reclamó el concejal, quien cuestiona si la CAR y el Ministerio de Ambiente han llegado a acuerdos.El problema es que si prospera la demanda del Ministerio o es admitida, el proyecto quedaría en un limbo jurídico gracias al silencio de la CAR, por lo que terminaría paralizado y en riesgo de perder su viabilidad a futuro.SEMANA consultó al director de la CAR, Alfred Ballesteros, y a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, pero hasta el momento no han contestado sobre estos hechos.Se trata de la extensión de esta importante avenida hasta la calle 235 conocida como av. Guaymaral, que viene siendo propuesta desde hace más de 20 años y que fue incluida en los POT de Petro, Claudia López y Peñalosa.Uno de los argumentos que se sabe ha tenido la ministra Muhamad es el tema ambiental porque tocaría una parte de la reserva ambiental Thomas van der Hammen. Sin embargo, según los estudios solo se trataría de 20 hectáreas de 1.395 en total que tiene ese ecosistema, además de que en el proyecto se establece un impacto medioambiental para sanear ese hecho y a la vez brindarle una mejor movilidad a los capitalinos.