Las autoridades mantienen bajo reserva un aterrador episodio que vivieron dos suboficiales de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional en Antioquia, quienes fueron secuestrados por integrantes del Clan del Golfo el pasado 31 de octubre.SEMANA estableció que los funcionarios, un hombre y una mujer, forman parte de la unidad que colabora con el Gobierno de Estados Unidos para combatir el narcotráfico en Colombia. Ellos fueron retenidos, desnudados, amordazados y torturados en una zona boscosa.Fuentes cercanas al proceso de investigación contaron que las dos personas, vestidas de civil, se desplazaban por el municipio de Necoclí haciendo un registro fotográfico. En medio de sus labores, llamaron la atención del grupo armado.Al menos diez hombres se presentaron como integrantes del frente Zuley Guerra del Ejército Gaitanista de Colombia, la nueva identidad que imponen los herederos de alias Otoniel en medio de los acercamientos de paz con el presidente Gustavo Petro.Los criminales los intimidaron y registraron su vehículo. Ellos encontraron chalecos antibalas y pistolas de dotación. Tras el hallazgo, los amarraron y les cubrieron la cabeza, para luego ingresar a la selva movilizándose en motocicletas.“En una zona boscosa nos hicieron desnudar totalmente y nos llevaron caminando por una carretera de piedra por diez minutos aproximadamente, hasta un sector de matas de plátano. Allí nos interrogaron de manera separada, amenazándonos con neutralizarnos si no cooperábamos”, se lee en la denuncia conocida por SEMANA.Durante más de doce horas, los delincuentes abordaron violentamente y torturaron a los policías para que ofrecieran información, ellos insistían en que eran ingenieros y pertenecían al grupo de tecnología de la institución. Pasado ese tiempo, los dejaron en libertad y un mototaxi los ayudó a salir de la zona.“Nosotros respetamos los derechos humanos y el derecho a la vida, pero cuando nos invaden nuestro territorio, también hacemos uso del derecho a la defensa y ustedes invadieron nuestro territorio. Sin embargo, para que vean nuestras intenciones de paz, vamos a dejarlos en libertad”, les dijo a los uniformados el supuesto cabecilla.Además del macabro episodio que padecieron, los miembros del Clan del Golfo se apoderaron de los elementos que cargaban los funcionarios, tanto su armamento de dotación como elementos personales: dinero y documentos.SEMANA consultó con la Policía Nacional para conocer la posición oficial sobre lo ocurrido en el Urabá antioqueño, pero no hubo respuesta. Lo cierto es que la institución tiene los ojos puestos en la zona porque es el ‘diamante’ de la corona del grupo criminal.Poco tiempo después de la liberación de los uniformados, el mando delincuencial emitió un comunicado de prensa donde instó al presidente Gustavo Petro a un proceso de paz e invitó al Gobierno de los Estados Unidos a una conversación.Los criminales quieren dialogar sobre el tráfico de migrantes, la producción de hoja de coca y el narcotráfico. Ellos reconocieron que la solución sobre estas materias no es exclusiva de la Casa de Nariño, también de la comunidad internacional.