Mantener un baño limpio y sin malos olores se logra con distintas recomendaciones y permite disfrutar de esta parte del hogar sin manchas ni residuos que llegan a causar incomodidad dentro de los que lo habitan y los visitantes.
Ahora bien, la práctica de añadir sal al inodoro cada noche se sustenta en sus propiedades antibacterianas y desinfectantes. Según explica el portal Dulce y Natural, este producto es capaz de eliminar una gran cantidad de los microorganismos que se acumulan en la taza y tuberías a lo largo del día, previniendo así la proliferación de bacterias y la aparición de malos olores.
(Vea también: Cómo limpiar el sifón del baño para evitar malos olores e inundaciones; se hace fácil)
Por otra parte, su acción abrasiva ayuda a remover manchas y residuos difíciles de eliminar con una simple limpieza, contribuyendo a mantener un baño más higiénico y seguro para toda la familia.
¿Cada cuánto hay que lavar el baño?
Los baños son lugares donde proliferan bacterias y gérmenes debido a la humedad y al contacto constante con el cuerpo. Por ello, es recomendable hacer una limpieza profunda al menos una vez por semana.
Sin embargo, esta frecuencia puede variar dependiendo de factores como el número de personas que utilizan el baño y la intensidad de su uso.
¿Qué pasa si no se limpian los baños?
Un baño sucio se convierte en un caldo de cultivo para una gran variedad de bacterias y virus. Al no limpiar regularmente, estas pueden proliferar y propagarse fácilmente, aumentando el riesgo de infecciones gastrointestinales, enfermedades respiratorias y cutáneas.
Además, la acumulación de humedad y residuos orgánicos favorecen la aparición de moho y hongos, que no solo afectan la calidad del aire, sino que también desencadenan alergias y problemas respiratorios, especialmente en personas sensibles.