Este jueves, en un reciente video difundido por la revista Semana, Gustavo Bolívar, director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), reafirmó no sentirse obligado a explicar comentarios privados al ser preguntado por sus declaraciones sobre campañas de desprestigio mediático, en un video que filtró la periodista Vicky Dávila en su cuenta de X (antes Twitter).
(Vea también: Galán le apagó la luz a Bolívar por supuesto cobro para salvar a Transmilenio: “Retráctese”)
Qué dijo Gustavo Bolívar sobre Caracol, RCN y Semana
Bolívar, en una reunión virtual privada, discutía sobre las iniciativas del Gobierno para mejorar su imagen ante la opinión pública, citando un aparente éxito en el cambio de percepción gracias a influenciadores y nuevas estrategias de comunicación. En el video se le escucha mencionar una encuesta que muestra un supuesto incremento en la favorabilidad del presidente Gustavo Petro, argumentando que esto se debe a una evolución positiva en la manera de comunicar de la actual administración, y que las campañas contra medios como Caracol, RCN y Semana han tenido efecto, provocando una reducción en el consumo de estos medios tradicionales.
Gustavo Bolívar, usted sí tiene que dar explicaciones sobre lo que confiesa en este video, porque usted es un funcionario del Gobierno Petro pagado con dineros públicos.
Usted dice esto en el video: “Todas estas campañas que se han hecho contra Caracol, RCN y SEMANA, terrible,… https://t.co/Y3aJxi2Jaz pic.twitter.com/Xi4KtvqlQ7
— Vicky Dávila (@VickyDavilaH) November 7, 2024
La controversia surge principalmente porque estas declaraciones se dan en el marco de una discusión sobre políticas públicas, lo que produce preguntas sobre la ética de tales estrategias y su relevancia en el manejo de la actual administración. Bolívar defiende la privacidad de la conversación, a pesar de tener doble responsabilidad como ciudadano y funcionario por abordar temas de interés público que afectan directamente a la administración de los recursos y las políticas sociales del país.
La posición de Bolívar frente a los medios y su manejo de las políticas públicas señalan un momento crítico en la comunicación política del Gobierno de Petro y plantean serias preguntas sobre la transparencia y ética gubernamental. Su negativa a discutir abiertamente estas estrategias solo añade más combustible a las críticas sobre el curso actual del DPS y su impacto en la población vulnerable que pretende servir.
Por otro lado, como lo han señalado varios analistas, el Gobierno Petro tiene entre la espalda y la pared dos caballos de troya: el primero es el supuesto ‘software’ de Pegasus, que habría sido usado para espiar a miembros de la oposición, como habría pasado en lo que se conoció como los ‘Petrovideos’, grabaciones que se difundieron sobre la estrategia del actual mandatario para ganar las pasadas elecciones.
Lo segundo gira alrededor de esa versión de Pegasus, que se cae de su propio peso por la filtración del video de Bolívar, puesto que se supone que en el actual Gobierno no existe ningún sistema espía y pese a ello se sigue obteniendo contenido como las controvertidas declaraciones del director del DPS contra los medios de comunicación. En ese sentido, cobra fuerza la idea de que hay una persona dentro de la actual administración que sería la que comparte todos estos detalles a periodistas y miembros de la oposición.
Incluso, el propio Petro cuestionó a Dávila y se metió a defender a Bolívar sobre la filtración del video: ”¿Por qué una conversación privada llegó a Semana y fue publicada por la revista?”, escribió en su cuenta de X.
¿Por qué una conversación privada llegó a Semana y fue publicada por la revista? https://t.co/Ti4VQCBHnP
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 7, 2024
Este episodio refleja la continua tensión entre Petro y los medios de comunicación en Colombia, y cómo la narrativa gubernamental se estaría configurando en un contexto de cambio político y social significativo. Aunque Bolívar sostiene que las acciones del Gobierno están comenzando a mostrar resultados positivos, la percepción pública puede ser muy diferente, dependiendo de cómo estos métodos sean interpretados y evaluados críticamente por la ciudadanía.