¿Recuerda ese momento en el que le enseñaban las tablas de multiplicar y sentía que algunas eran más fáciles que otras? Pues en realidad hay una explicación de fondo, no es el único al que le ha pasado.
De alguna manera, los profesores se las han ingeniado para que sus alumnos se las aprendan de forma más precisa y correcta. Sin embargo, en el contexto educativo colombiano, donde los estudiantes pueden perder el año por no lograr pasar una materia, aparecen las matemáticas como una de las asignaturas más complicadas y temidas. Especialmente cuando estas son fundamentales todo el bachillerato, muchos se sienten atrapados en una secuencia difícil de memorizar.
Según la firma de investigación en la educación Flurrish, para los estudiantes la fórmula más difícil de la tabla es siete por ocho, para otros, las tablas de multiplicar son la del 7, 8 y 12.
A la vez, se le preguntó a la inteligencia artificial y respondió que entre todas las tablas, la del 7 es la que más confunde a los estudiantes. Si se ha encontrado repitiendo una y otra vez 7 x 8 o 7 x 9 sin poder recordar el resultado, no está solo.
¿Por qué la tabla del 7?
A diferencia de otras tablas, la del 7 no sigue un patrón claro que facilite su memorización. Si bien las tablas del 2, 5 o 10 tienen patrones sencillos que facilitan su memorización, la del 7 parece resistirse, con resultados como 7×6 = 42 o 7×9 = 63, que son más difíciles de recordar.
Al ser números más grandes, hay más combinaciones posibles y, por lo tanto, más resultados que recordar.
Factor psicológico: la simple idea de que “la tabla del 7 es difícil” puede crear una expectativa negativa en los estudiantes, lo que a su vez puede afectar su rendimiento al memorizarla.
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¿Cómo aprenderse las tablas de multiplicar rápido?
Aprenderse las tablas de multiplicar rápidamente es una habilidad fundamental que, con práctica y algunos trucos, se puede lograr:
- En lugar de intentar aprender todas las tablas a la vez, divídalas en bloques más pequeños y manejables.
Por ejemplo:
Bloque 1: tabla del 1, 2 y 3 (son las más fáciles). Bloque 2: tabla del 4, 5 y 6 (ya empieza a asociar algunos patrones). Bloque 3: tabla del 7, 8 y 9 (las más complejas, pero no imposibles). Dedique un día o dos a cada bloque y repita varias veces durante el día.
- Algunas tablas tienen patrones que pueden facilitar el aprendizaje.
Tabla del 2: duplique el número. Ejemplo: 2 x 4 = 8, 2 x 7 = 14. Tabla del 5: siempre termina en 0 o 5. Ejemplo: 5 x 3 = 15, 5 x 6 = 30.
Además, para las tablas más difíciles como la del 7, puede crear historias o asociaciones visuales que le ayuden a recordar los productos. Por ejemplo, asocie el 7 x 6 = 42 con algo que te resulte familiar, como un reloj que marque 6 y 42 minutos.
- La clave para memorizar cualquier cosa es la repetición. Repase las tablas a diario, incluso si es solo durante 5-10 minutos. Repetir los números en voz alta le ayudará a consolidar los resultados en su memoria a largo plazo.
- Use tarjetas de memoria para repasar las tablas. Puede escribir una pregunta en un lado (por ejemplo, 7 x 4) y la respuesta en el otro lado (28). Hágalo con todas las tablas o incluso con las más difíciles.
- Hay aplicaciones móviles y juegos en línea diseñados para ayudar a aprender las tablas de multiplicar de una manera más interactiva.
- Muchas personas encuentran útil cantar las tablas o hacer rimas. Esto hace que los números sean más fáciles de recordar.
No se frustre si no se la aprende de inmediato o su hijo. La memorización toma tiempo.
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¿Por qué es importante saber las tablas de multiplicar?
¿Alguna vez se ha encontrado en una situación en la que necesita hacer un cálculo rápido y se da cuenta que no sabe las tablas de multiplicar de memoria? Desde comprar en el supermercado hasta resolver problemas en el trabajo, las multiplicaciones están presentes en muchos momentos del día a día, y a veces abruma tener que aprendérselas. Muchas veces se escucha la popular frase de “¿eso para qué me va a servir?”
Saber las tablas de multiplicar no solo es fundamental para hacer matemáticas de manera eficiente, sino que también le da la agilidad para resolver problemas cotidianos con facilidad. Es una habilidad básica que, aunque a veces parece simple, tiene un gran impacto en nuestra capacidad para tomar decisiones rápidas, aprender conceptos más complejos y ser más autónomos en muchas áreas de la vida.