En un vibrante clásico paisa, Edwin Cardona, capitán de Atlético Nacional, se encontró en el centro de una controversia tras un gesto que realizó frente a la parcialidad del Deportivo Independiente Medellín en el estadio Atanasio Girardot. Luego de que el duelo entre los equipos antioqueños finalizara en empate 1-1, Cardona decidió aclarar y disculparse públicamente por lo sucedido, defendiendo al mismo tiempo su pasión y lealtad hacia la camiseta verdolaga y revelando algunos incidentes preocupantes que se vivieron en el campo.
Cardona, siempre sincero y directo en sus palabras, inició la rueda de prensa pidiendo disculpas a los hinchas del DIM que pudieron sentirse ofendidos. Su gesto —besar el escudo de Nacional mientras se preparaba para ejecutar un tiro de esquina frente a la tribuna norte, donde se encontraban los seguidores del Medellín— no fue recibido con agrado por la afición rival. Sin embargo, el mediocampista fue enfático al explicar que sus acciones fueron una reacción natural ante el amor que siente por Nacional y los provocativos gestos de algunos jugadores rivales.
“Quiero pedirle disculpas a la gente del otro equipo”, inició Cardona en su declaración. “La verdad es que a veces solo ven lo que uno hace. Otros jugadores, cuando hicieron el gol, hicieron también lo mismo con la barra de nosotros, y solo se está hablando de lo que yo hice”. La reacción del creativo surgió, según él, como respuesta a los múltiples objetos que le lanzaron los hinchas rivales mientras se acercaba a la esquina para ejecutar el cobro. “Antes de ir a cobrar el tiro de esquina, me tiraron de todo, me pegaron con muchas cosas, y de eso no se habla, solo del gesto que uno hace”.
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A pesar de la controversia, Cardona reafirmó su compromiso y amor por Atlético Nacional, expresando que jamás permitirá que le falten el respeto mientras esté en el equipo. “Yo amo este club, y a mí nunca me van a faltar el respeto mientras yo esté acá”, continuó el jugador. “Solo quiero pedir disculpas porque siempre nos vamos al pasado de lo que Cardona hizo o no. Detrás de una pantalla es muy fácil hablar, pero el sentimiento cuando uno está en la cancha es otro. Si quiero pedirle disculpas a la gente que se sintió ofendida, no lo hice con mala intención, amo este club y lo voy a seguir amando”.
Sin embargo, en medio de las disculpas y explicaciones, Cardona también hizo una grave denuncia que encendió aún más las alarmas en el entorno del fútbol colombiano. El mediocampista explicó que, más allá del gesto, la situación de seguridad dentro de la cancha se tornó preocupante, al punto de recibir objetos peligrosos desde la tribuna. “Hay que tener en cuenta que un jugador, si no puede ir a patear un tiro de esquina, es muy difícil. Solamente ven mi gesto, pero con una moneda o lo que me tiraron a mí, me pudieron haber aporreado... hasta me tiraron cuchillos y todo, ¿entonces ahí qué se hace? Si me hubieran pegado con eso, nadie dice nada”.
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La denuncia de Cardona sobre los objetos arrojados, incluidos cuchillos, plantea una cuestión de seguridad urgente para los organizadores del fútbol colombiano. El clásico paisa, conocido por su intensidad y rivalidad histórica, ha vivido momentos de alta tensión dentro y fuera del terreno de juego. El hecho de que los jugadores deban enfrentar estas condiciones mientras se desempeñan en la cancha, y que incluso vean amenazada su integridad física, reabre el debate sobre las medidas de seguridad en el Atanasio Girardot y en los estadios de Colombia en general.
Por ahora, la polémica en torno a las disculpas de Edwin Cardona y su gesto frente a la hinchada rival deja sobre la mesa un llamado a la reflexión para todos los actores involucrados en el fútbol. Más allá de los colores y las pasiones, el respeto mutuo y la protección de los jugadores deben ser pilares inquebrantables de cada encuentro