La Selección Colombia vivió una noche amarga tras caer 3-2 frente a Uruguay en un duelo vibrante y cargado de emociones en las Eliminatorias al Mundial 2026. Al término del partido, Néstor Lorenzo, técnico del combinado nacional, se presentó ante los medios con el semblante serio y visiblemente afectado, analizando lo ocurrido en el campo de juego.
“Fue un partido muy parejo y disputado”, expresó Lorenzo en sus primeras declaraciones. “Por momentos jugamos bien y logramos dominar el juego, pero en otros perdimos pelotas divididas que costaron mucho, sobre todo en los goles”.
A pesar de la decepción, el estratega argentino defendió a sus jugadores, restándoles responsabilidad en los errores que derivaron en las anotaciones del equipo charrúa. Según Lorenzo, los fallos fueron producto del talento y la intensidad de los uruguayos:
“Uruguay tiene jugadores de mucha categoría que exigen. No es que los errores se cometan de manera inocente, fueron forzados por sus movimientos, su fricción. En los tres goles hubo rebotes y empujones, no fueron jugadas claras; incluso uno de ellos fue un gol en contra. Pero bueno, sabíamos que iba a ser así”.
Lorenzo no ocultó su pesar por la forma en que llegaron las anotaciones de Uruguay, especialmente el gol definitivo que selló la derrota colombiana en los minutos finales.
“Por momentos, la manera en que llegaron los goles hace sentir frustración y culpa. Pero el equipo intentó recobrar su estilo de juego. Logramos el empate, y lo que pasó al final fue muy frustrante. Que te ganen así siempre duele”.
Colombia, que en momentos del partido mostró destellos de buen fútbol, pagó caro su irregularidad y las desconcentraciones en jugadas clave, lo que dejó a los jugadores y al cuerpo técnico con una sensación de impotencia.
Una de las decisiones más cuestionadas de Lorenzo fue la suplencia de James Rodríguez, quien ingresó en la segunda mitad pero no pudo ser el revulsivo que el equipo necesitaba. Al ser consultado por esta decisión, el técnico explicó que el estado físico del jugador fue determinante:
“James no estaba al cien por ciento y preferimos guardarlo. Era un tema físico”, afirmó, descartando que la decisión tuviera que ver con cuestiones tácticas o disciplinarias.
La Selección Colombia todavía tiene margen para reponerse, pero Néstor Lorenzo, consciente de la presión que recae sobre sus hombros, deberá trabajar en recuperar la confianza del equipo y ajustar las falencias mostradas.