El cirujano Juan Carlos Vélez Lara lideró la primera intervención quirúrgica de Sandra Milena Castañeda, una mujer de 30 años a la que se le deformó el rostro por cuenta de tumores. SEMANA acompañó el complejo procedimiento de seis horas en Medellín.Ella fue diagnosticada a temprana edad con neurofibromatosis de Von Recklinghausen, una enfermedad genética que produce desfiguraciones. En el caso de esta paciente, resultaron comprometidos un ojo, una oreja, el maxilar y la mandíbula, entre otros.Esto se ha traducido en intensos dolores de cabeza, indisposición para comer, fallas en la vista y problemas en la escucha. El alma también ha sido herida, pues Castañeda ha sido sometida a múltiples maltratos por su condición física.“Encontré a Sandra en un estado de depresión muy fuerte. La sociedad era la que iba a terminar con ella. La sociedad ha sido muy cruel. Desde muy niña ha sido una persona que ha recibido mucho bullying”, afirmó Andrés Cardona, su mejor amigo.La mujer recordó que en sus primeras visitas al médico le indicaron que la enfermedad no tenía cura, por lo que se resignó a vivir con los tumores en la cara. Cada noche, ella le pedía a Dios que le mandara ángeles para superar la pesadilla.La Fuerza Aérea Colombiana y la influenciadora Nadia Cartagena hicieron visible su expediente para que un especialista pudiera transformarle la vida. Sandra Milena aseguró que los padrenuestros y avemarías de las últimas tres décadas sí le funcionaron.El reconocido cirujano plástico Juan Carlos Vélez Lara puso a disposición la Clínica Interquirófanos de Medellín para operarla de manera gratuita, un esfuerzo de todo su equipo de trabajo para darle tranquilidad y mejorar las condiciones de salud de la paciente.“Lo que vamos a hacer es una cirugía de limpieza. Vamos a tratar de reposicionar la orejita, la parte de la órbita, algo de la nariz e ir limpiando este tejido. Ella va a necesitar, por lo menos, cuatro cirugías”, detalló el especialista antes de entrar al quirófano.La titánica intervención se extendió por seis horas. El “milagro”, como lo llamó Sandra Milena, estuvo en las manos de Vélez Lara, el residente Andrés Rubiano, una instrumentadora quirúrgica, una enfermera, un anestesiólogo y dos médicos generales.El resultado fue el esperado: “Logramos hacer una resección de, más o menos, el 70 % de la lesión de piel, reubicar los puntos anatómicos que queríamos (fosa nasal, canto interno, canto externo, las cejas y la orejita)”, explicó el cirujano de cabecera.Quedó faltando la parte submandibular –todo lo que está debajo de la mandíbula– por los riesgos de necrosis, entendida como la degeneración de un tejido por la muerte de sus células, tal como se había previsto en medio de la planeación.Sandra Milena necesitará cuatro cirugías más para completar su transformación, que implican más especialidades, como oftalmología y neurocirugía. Según el cronograma, la próxima llamada al quirófano se haría dentro de seis meses.Ella tiene la esperanza de volver a sonreír y caminar en las calles sin recibir malos tratos. La recuperación la hará en el municipio de Abejorral, Antioquia, donde quiere retomar su formación en arreglo y decoración de uñas para sostenerse económicamente.“Los milagros sí existen”, concluyó la mujer.