Pipe Peláez está acostumbrado a cantar El amor más grande del planeta ante multitudes que corean la canción. Esta vez será diferente, el escenario es el Teatro Metropolitano de Medellín, este jueves 21 de noviembre a las 8:00 de la noche, y la sensación será distinta, más íntima, más cercana. Así lo cuenta el artista que este 2024 no ha parado de celebrar sus 20 años de carrera.
EL COLOMBIANO conversó con Pipe Peláez sobre este show para uno de sus públicos más queridos, sobre como termina el año y sus planes para 2025.
“Es una satisfacción enorme llegar a uno de mis públicos mas queridos como es Medellín con este formato tan especial. A mi me da una alegría y una emoción enorme cada vez que me llega una propuesta teatral. Van a ver un espectáculo de dos horas y media, tres horas. El estar en el teatro me permite mostrar una faceta muy diferente. El teatro tiene una magia, una filosofía de trabajo que es un reto muy interesante, así que van a escuchar y ver historias, anécdotas, momentos que han marcado mi carrera en estos 20 años de trabajo. Hay unas interacciones muy especiales con la banda, hablo de la evolución y muestro la evolución de mi proceso. Hay mucha tela por cortar, es un orgullo y un honor estar por primera vez en este hermoso recinto, sé que la van a pasar muy bien”.
“Obviamente salirse de ese estereotipo acostumbrado, que estamos en tarimas ante mucho público, siempre en esa cotidianidad de cantarle a mucha gente y llegar al teatro en donde todo el mundo está sentado y a la expectativa de ver con qué vas a salir, se ha convertido en el reto más bonito. Un poco de susto, pero al mismo tiempo emoción. Es elaborar un libreto con mucho cuidado, desarrollando punto por punto y con la premisa de que el publico siempre esté conectado y las dinámicas del show sean muy variadas, una curva hacia la rumba, la alegría y el humor, pero también a la melancolía, a evocar recuerdos. Esta funcionando muy bien y sé que les va a gustar”.
“Ha pasado de todo un poquito, pero resumo con que la gente, que me lo dice, se lleva una sorpresa. Hay muchas cosas que se desconocen de mí, sobre todo mi público de toda la vida que me ve cantar un canción tras otra, aquí hay un toque más cultural, es un show mas pausado, a una velocidad distinta y hay mucha gente que se sorprende al verme a mí y a la banda desarrollando propuestas que no se imaginaban. Después del show lo más chévere es la respuesta de la gente”.
“Me siento feliz, me siento pleno. Creo que hemos celebrado en grande estos 20 años de carrera. Pude concretar un álbum que ha sido un sueño literalmente, por eso lo llamamos así, Un sueño llamado sinfónico, un disco muy difícil de concretar que por fin vio la luz. Tanto en mi país como por fuera hemos tenido celebraciones muy chéveres, arrancamos con un sold out en Santiago de Chile, maravilloso, en la Gran Arena Monticello. Estuvimos en México, Ecuador, Venezuela, hicimos realidad la fantasía de llenar el Movistar Arena en Bogotá con un espectáculo sin precedentes, celebrando estos 20 años con artistas invitados. Estuvimos por primera vez en Australia, de gira en Estados Unidos, acabamos de llegar de una semana de integración maravillosa en el Latin Grammy, voy saliendo para la feria de la Chinita en Venezuela, yo me siento realizado. Seguimos celebrando, sigo soñando, con ganas de ir por más, sigo trabajando como el primer día”.
“Para el 2025 vienen proyectos muy bonitos, voy a seguir con esta saga de sueños que arrancó con Un sueño llamado ranchera y siguió con Un sueño llamado sinfónico, en cuanto a álbumes. Tengo varios sueños pendientes: Un sueño llamado Jesús, por ejemplo, quiero hacer este homenaje a Dios. Quiero hacer un álbum cantautor, muy íntimo y conceptual de cantautor. Quiero hacer también un álbum vallenato muy bien elaborado, con mucho detalle, con mi compadre Mateo López Peláez, que es mi nuevo compañero en el acordeón, de Medellín, Antioquia. Quiero hacer algo bien hecho con Mateo y creo que el público lo está esperando y muchas colaboraciones, siempre me he caracterizado por aceptar invitaciones diferentes a las de mi género, va a ser un año muy divertido. Arrancamos con pie derecho, vamos a Estados Unidos, Canadá y Europa, pinta muy bien, arrancamos con fuerza”.
“Si me preguntan a mí diría que siempre ha estado bien. Tenemos una inmensidad de buenos artistas, autores, interpretes, buenísimos acordeoneros, esto me alegra mucho. El vallenato está más vivo que nunca y lo que yo digo, a manera de reflexión, es que nos faltan más soñadores, más personajes que se metan en el cuento, que le apuesten a la internacionalización, a su producto, a la puesta en escena, a producir material audiovisual de alta calidad, meterle la ficha al producto y ese consejo de mirar más allá de las fronteras, eso nos fortalecería como género y por su puesto trabajar más unidos, no es para nada cliché esto de que la unión hace la fuerza”.