Solo tiene 18 años y ya hizo realidad el sueño de todos los futbolistas en Colombia: firmar con un equipo grande de Europa. Daniel Medina, un joven de tez blanca, cabello rubio medio rizado, cejas pobladas y una sencillez que parece ingenuidad cuando habla, es el cuarto jugador colombiano que viste la camiseta del Bayern de Múnich.
El joven, que gracias a su talento logró que lo ficharan para el plantel sub-18 del club más grande de Alemania, se unió al exfutbolista vallecaucano Adolfo “El Tren” Valencia, al cucuteño James Rodríguez y a la risaraldense Ana María Guzmán como los criollos que han jugado con el cuadro bávaro.
Medina, quien nació en Houston, Texas, pero tiene nacionalidad colombiana porque sus padres son de nuestro país, llegó por primera vez al equipo alemán en abril de este año. Lo hizo después de ser uno de los doce jugadores elegidos en la convocatoria “Tu Talento es Global”, que organizó el cuadro alemán en compañía de Global66, una empresa latinoamericana.
Las pruebas se hicieron en Colombia y Chile. Siete jugadores criollos fueron elegidos y viajaron a suelo teutón junto a cinco chilenos. David, que además del fútbol disfruta de pasar tiempo con su familia, cocinar y leer la Biblia, fue el único que terminó seleccionado para quedarse en el club.
“Todo empezó en febrero, cuando fuimos a Bogotá y nos mostramos frente a técnicos del Bayern. Los jugadores que ellos eligieron viajamos a Múnich en abril. Entrenamos y jugamos con los miembros del equipo de nuestra categoría. Pudimos demostrar nuestro talento. Gracias a Dios pude pasar todas las pruebas. Luego hablé con unos entrenadores y agentes, quienes me dieron la opción de firmar contrato por la temporada 2024-25”, recordó Medina.
La familia de Diego se radicó hace unos años en Cali. En la capital del Valle del Cauca el joven, cuya lengua materna es el inglés, perfeccionó el español. Entrenar fútbol le ayudó a adaptarse al país de sus raíces. En Estados Unidos practicaba el deporte y jugaba bien. Por eso, lo inscribieron en la escuela Fútbol Paz, uno de los mejores equipos del balompié formativo del suroccidente de Colombia.
De la escuadra que entrena en las canchas de la escuela de equitación La Z, ubicada al sur de Cali, en la vía que conduce al corregimiento de Pance, salieron futbolistas como Juan Camilo Portilla, de buena presentación con la Selección Colombia en la doble jornada de eliminatorias de noviembre, así como Juan David Cabal, hoy en Juventus, y Julián Quiñones, quien se nacionalizó mexicano y juega con la selección de ese país.
En Fútbol Paz, Daniel Medina perfeccionó su técnica como volante y forjó el talento y el carácter que lo llevó al Bayern de Múnich. “En el equipo de Cali me ayudaron a crecer mucho, no solo como jugador, sino como persona. Estoy muy agradecido”.
Cuando Daniel supo que se quedaría en Alemania se sintió muy feliz. Mientras firmaba el contrato pensó en su familia, que también estaba contenta, y en todos los sacrificios que hicieron para apoyarlo siempre.
“Esta oportunidad que tengo es única. Ahora que estoy aquí: por qué no soñar con llegar al equipo profesional”, agregó el jugador, quien manifestó que la mayor diferencia que ha encontrado entre el fútbol de Alemania y Colombia es el estilo de juego: allá son un poco más agresivos, rápidos, mientras que acá son más técnicos.
Sin embargo, dice que ambos países son buenas escuelas para un jugador que sueña ser futbolista profesional. A Medina, lo que más le ha gustado de Alemania es la buena acogida que le dio la familia que lo recibió. También lo bien que se ha acoplado al equipo: todos lo hacen sentir bien.
Aunque también ha sido difícil estar lejos de su familia y los amigos, las personas que más quiere. Además, es consciente de que esas renuncias son el precio que deben pagar los futbolistas para cumplir su sueño. Él, ya logró el de todos los jugadores colombianos: firmó con un grande de Europa.
La convocatoria que realizó en América Latina el Bayern de Múnich junto con Global66 empezó en noviembre de 2023.
En ese primer momento, los deportistas que consideraban tenían el talento suficiente para participar, debían enviar un video contando por qué consideraban ser tenidos en cuenta. Además, debían hacer una muestra de su talento deportivo.
Los mejores de ese primer filtro, que se hizo de igual manera para Colombia y Chile, fueron elegidos para entrenar una semana con los técnicos del Bayern en Bogotá durante febrero. A los doce más destacados los llevaron a entrenar en Alemania (siete colombianos y cinco chilenos). Daniel fue el único que quedó en el club.