Anfield, con su mística y fervor, fue el escenario donde el Liverpool reafirmó su paso firme en la Champions League con una victoria categórica de 2-0 sobre el Real Madrid. En una noche electrizante, los de Arne mostraron por qué son líderes del torneo con cinco victorias en igual número de partidos.
El colombiano Luis Díaz, aunque no brilló con acciones decisivas, fue un engranaje clave en el dinamismo del equipo. Su despliegue por la banda izquierda, aunque contenido por la defensa merengue, fue suficiente para mantener en alerta al elenco español.
El primer tiempo estuvo marcado por el ida y vuelta, con ambos equipos buscando imponer condiciones. Conor Bradley y Alexis Mac Allister comenzaron a gestar sociedad, mientras Mohamed Salah intentaba encontrar espacios entre Antonio Rüdiger y David Alaba. Sin embargo, el Real Madrid resistió los embates y respondió con transiciones rápidas.
El marcador se destrabó al minuto 52, cuando Bradley, con una visión impecable, envió un pase filtrado al argentino Mac Allister. Este, con un control magistral, ingresó al área y sacó un disparo cruzado que se coló al palo derecho, dejando sin opciones a Thibaut Courtois. La euforia en Anfield se desbordó, premiando la insistencia del Liverpool.
El Real Madrid tuvo la oportunidad de igualar el partido apenas nueve minutos después. Un descuido en la zaga de los ‘Reds’ terminó en un penalti a favor de los merengues. Kylian Mbappé, la estrella destinada a brillar en este tipo de instancias, tomó el balón con seguridad. Sin embargo, Caoimhín Kelleher, quien asumió la responsabilidad de la portería en ausencia de Alisson, se convirtió en héroe. Leyó perfectamente el disparo del francés al palo derecho y, con ambas manos, desvió el esférico para mantener la ventaja local.
El fallo de Mbappé fue un golpe anímico para el Real Madrid. Aunque Carlo Ancelotti intentó reorganizar su esquema con modificaciones ofensivas, la reacción no fue suficiente para frenar a un Liverpool que olía sangre.
Al minuto 70, el Liverpool tuvo la oportunidad de sentenciar el encuentro desde los doce pasos. Salah, acostumbrado a asumir la responsabilidad, intentó sorprender a Courtois con un disparo al mismo palo derecho. Sin embargo, el balón salió desviado, silenciando por unos segundos a la hinchada ‘Red’.
Pero el Liverpool no se desconcentró. Con paciencia y precisión, siguió buscando ampliar la ventaja. Al minuto 76, un centro preciso desde la derecha encontró la cabeza de Cody Gakpo, quien se anticipó a la defensa para conectar un testarazo potente al palo izquierdo. Courtois, pese a su estirada, no pudo evitar el segundo tanto, que sentenció el partido.
Aunque Díaz no apareció en el marcador ni en las jugadas más destacadas, su desempeño fue consistente. Ayudó en labores defensivas, mantuvo ocupados a los laterales del Real Madrid y contribuyó al equilibrio táctico que permitió al Liverpool mantener el control del juego.
Con este triunfo, el Liverpool reafirma su liderato y se posiciona como uno de los favoritos para levantar el título. La solvencia defensiva, el protagonismo de jugadores como Mac Allister y Gakpo, y el trabajo colectivo consolidan a los ‘Reds’ como un equipo imparable en esta edición de la Champions.
Anfield volvió a ser testigo de una noche mágica, en la que el Liverpool, con corazón y fútbol, doblegó a un Real Madrid que, aunque tuvo destellos de su calidad, se quedó corto frente a la intensidad del gigante inglés.