La baja ejecución presupuestal ha sido una constante del Gobierno Nacional. Y a pesar de llevar más de dos años en el poder, la situación no ha mejorado. A tan solo 28 días de culminar el 2024, hay ministerios que no se han gastado ni el 30% del presupuesto asignado.
Este es un asunto relevante porque la baja ejecución en las diferentes carteras puede afectar el adelanto de proyectos de infraestructura, el crecimiento de la economía y la inversión pública.Le puede interesar: Acción de Ecopetrol en mínimos despierta interés en los inversionistas de alto riesgo
Un informe de la Unidad de Datos de El Tiempo da cuenta que 32 entidades del Estado solo se han gastado cerca del 70% de su presupuesto, por lo que el Gobierno todavía tiene $150 billones sin ejecutar para esta vigencia.
El cálculo se hizo con base en cifras del Portal de Transferencia Económica del Gobierno. En ese orden, a la fecha el Ejecutivo ha ejecutado unos $352 billones, de $503 billones asignados este año. Eso quiere decir que faltan gastar el 30% de los recursos.
De acuerdo con dicho portal, las carteras con peor ejecución son el Ministerio del Deporte, que apenas se ha gastado el 24,1% de sus recursos. Eso equivale a que la entidad solo ejecutó $329.000 millones, de $1,3 billones asignados.
El despacho de Presidencia es el segundo que menos plata ha gastado. De 2,5 billones, solo ha destinó a sus programas y gastos $633.000 millones, lo que significa que su ejecución es del 24%.
El tercer puesto de baja ejecución se lo lleva el Ministerio de Agricultura, que solo se ha gastado el 29,3% de su asignación presupuestal.
Por el contrario, las entidades que tienen una mayor ejecución del gasto obedecen a Educación, con 87%; y Salud y Protección Social, con 85%.
Cabe destacar, el Estado enfrenta serios problemas de caja a raíz de malos manejos y un bajo recaudo tributario.
Solo para aterrizar esa idea, se estima que el Estado cerrará con un recaudo tributario de $275 billones, dejando un déficit de unos $22 billones. Eso sin contar que a mediados de año, el Ministerio de Hacienda tuvo que hacer un recorte de unos $20 billones.
La cuestión es que para 2025 las dificultades seguirían porque el Gobierno tiene dificultades para aprobar la Ley de Financiamiento (reforma tributaria) en el Congreso de la República, de donde pretende recoger unos $12 billones, necesarios para completar el presupuesto para la próxima vigencia.
El mismo Gustavo Petro reconoció que el Gobierno se está quedando plata. “Hay una crisis presupuestal con muchas causas detrás, como el sobreendeudamiento usando el Covid como excusa, lo que llevó al crecimiento de la deuda, además de la irresponsabilidad de no subir el precio de los combustibles fósiles. Todo esto ocurrió en dos años, y hemos pagado las consecuencias. Por eso subimos la gasolina y el diésel”, dijo el mandatario.
El presidente argumentó que el problema se debe en parte a que la Corte Constitucional tumbó parte de la reforma tributaria de 2022.
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