Este jueves, Atlético Nacional enfrentará un reto adicional, más allá de su búsqueda por mantenerse en la lucha por un cupo en la final de la Liga Betplay-2. Debido a la ocupación del estadio Atanasio Girardot por los conciertos del artista Feid, el conjunto verdolaga jugará como local en el estadio Ditaires, en Itagüí, a las 6:30 p.m., recibiendo al Deportivo Pasto.
No es la primera vez que Nacional se ve obligado a buscar refugio lejos de su fortaleza en Medellín. En su rica historia, el equipo ha jugado 14 veces de local en otras ciudades o incluso fuera de Colombia, y este será el partido número 15 en el que, a pesar de ser anfitrión en el papel, se sienta como un visitante más.
A lo largo de los años, Nacional ha tenido que recorrer caminos insospechados para cumplir con sus compromisos deportivos. Además de Medellín, otras siete ciudades han abierto sus puertas para recibir al club paisa: Bogotá, Pereira, Santiago de Chile, San Cristóbal (Venezuela), Miami (Estados Unidos), Los Ángeles (Estados Unidos), y Asunción (Paraguay).
La capital del país, Bogotá, tiene un lugar especial en la historia del club. Fue allí, en el estadio El Campín, donde Nacional vivió una de sus noches más gloriosas el 31 de mayo de 1989. La final de la Copa Libertadores ante Olimpia de Paraguay tuvo que trasladarse a la capital porque la Conmebol no aprobó el Atanasio Girardot. Ese día, el equipo remontó un 0-2 para consagrarse campeón desde el punto penal y levantar su primer título continental.
En 1990, Nacional volvió a enfrentar la adversidad como visitante en casa ajena. Vasco da Gama protestó el partido de ida de los cuartos de final en Medellín, y Nacional tuvo que recibirlos en el estadio Santa Laura de Santiago de Chile. Allí, un gol fue suficiente para avanzar a semifinales.
Ese mismo año, en la semifinal contra Olimpia, los verdolagas jugaron nuevamente en Santiago, aunque en esta ocasión en el estadio Nacional. Aunque perdieron 2-1, la serie se definió en Asunción con un desenlace dramático en penales que no favoreció al conjunto colombiano.
En 1991, Nacional vivió un auténtico peregrinaje. Durante la fase de grupos de la Libertadores, disputó sus partidos como local en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal (Venezuela) y en el Orange Bowl de Miami. A pesar de la falta de un hogar fijo, logró avanzar a los octavos de final, donde superó a Liga Deportiva Universitaria de Quito en San Cristóbal. Más adelante, enfrentó al América de Cali en Los Ángeles, igualando sin goles y logrando el pase en la vuelta.
En abril de 2021, Nacional tuvo que trasladarse al estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira para enfrentar a la Universidad Católica en la Copa Libertadores debido a las adecuaciones del Atanasio Girardot para la Copa América. Y en 2023, el estadio Metropolitano de Barranquilla fue su hogar temporal en la fase de grupos del torneo continental frente al Melgar peruano, marcando el antecedente más reciente.
El duelo ante Deportivo Pasto en Ditaires se suma a esta rica tradición de adaptarse a lo inesperado. Si bien el contexto de jugar lejos del Atanasio suele ser un desafío, Nacional ha demostrado a lo largo de su historia que puede sobreponerse a cualquier obstáculo y seguir haciendo historia, sin importar el lugar donde le toque defender sus colores.