El año 2024 será recordado como un hito climático. Por primera vez en la historia, el planeta superará el umbral de 1,5°C de calentamiento global respecto a los niveles preindustriales, según anunció el observatorio europeo Copernicus. Este registro, simbólico y preocupante, marca un llamado de atención sobre la magnitud del desafío ambiental que enfrenta la humanidad.
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De acuerdo con Copernicus, noviembre de 2024 fue el segundo más cálido jamás registrado, con temperaturas 1,62°C por encima de los promedios históricos. Este mes se suma a una cadena de anomalías térmicas, siendo el 16º de los últimos 17 meses en superar el umbral de 1,5°C, lo cual refleja una aceleración del calentamiento climático, exacerbada por el fenómeno El Niño y las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
Fenómenos extremos como tifones en Asia, sequías en África y Amazonia, y derretimiento glaciar en la Antártida han evidenciado la vulnerabilidad del planeta frente al cambio climático. “Cada fracción de grado cuenta”, subrayó Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en un comunicado de prensa.
El calentamiento global no solo afecta los ecosistemas. En 2024, los desastres naturales relacionados con el clima causaron pérdidas económicas por 310.000 millones de dólares, según el grupo Swiss Re, destacando los devastadores costos humanos y financieros. Además, la reducción de la cobertura de hielo marino en la Antártida y el retroceso glaciar han alcanzado niveles récord, exacerbando la crisis climática.
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Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron un máximo histórico en 2023, superando las 420 partes por millón, lo que acentúa la acumulación de calor en la atmósfera y eleva las temperaturas de los océanos. Este año, el contenido calorífico de los mares se mantuvo en niveles récord, señalando un cambio irreversible que podría perdurar por siglos.
Aunque 2024 rompe este límite simbólico, la comunidad científica advierte que el umbral del Acuerdo de París no se considera superado hasta que se registre un calentamiento sostenido durante décadas. Sin embargo, los impactos actuales subrayan la urgencia de reducir emisiones y cumplir las metas climáticas.
Saulo destacó la importancia de mantener el enfoque en las tendencias a largo plazo. “Esto no significa que hayamos fracasado en el Acuerdo de París, pero sí que cada nuevo incremento agrava los extremos climáticos y sus consecuencias”, afirmó.
A pesar de las alertas, las políticas actuales proyectan un aumento catastrófico de 2,6 a 3,1°C para finales de siglo, según la Onu. Durante la COP29 en Bakú, los países en desarrollo aseguraron promesas de financiamiento climático por 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035, pero las demandas superan esta cifra.
Por otro lado, la falta de compromisos claros para eliminar el uso de combustibles fósiles pone en entredicho la eficacia de las cumbres climáticas.
La OMM enfatiza la necesidad de fortalecer los sistemas de alerta temprana y ampliar los esfuerzos de adaptación al cambio climático. Iniciativas como Alertas tempranas para todos buscan proteger a las comunidades más vulnerables de los fenómenos extremos, pero su implementación enfrenta desafíos financieros y políticos.
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Para finalizar, cabe mencionar que el 2024 no solo será recordado como el año más cálido, sino también como una advertencia ineludible de los límites que el planeta está alcanzando. Cada evento extremo, cada grado adicional, cada retraso en las acciones representa una amenaza para el equilibrio climático y las generaciones futuras.