El 2024 fue un año decisivo para la Nasa, lleno de hitos que abarcaron desde la exploración espacial hasta la investigación sobre el cambio climático.
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Entre los logros más destacados se encuentran avances en el programa Artemis, el desarrollo de tecnologías de vanguardia y colaboraciones internacionales para garantizar un futuro sostenible en la Tierra y más allá.
La Nasa continuó avanzando en su campaña Artemis, diseñada para llevar a los humanos de regreso a la Luna y eventualmente a Marte.
Este año, la agencia realizó pruebas clave para la misión Artemis II, el primer vuelo tripulado alrededor de la Luna en más de cinco décadas. Entre los logros más significativos se incluyen:
* La integración de los sistemas del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial).
* Pruebas exitosas de la nave Orión en condiciones de vacío espacial.
* El primer aterrizaje exitoso del módulo Nova-C en la Luna, como parte de la iniciativa CLPS (Servicios de Carga Lunar Comercial).
* En Marte, la misión MAVEN celebró su décimo aniversario estudiando la atmósfera marciana, mientras que el helicóptero Ingenuity concluyó su misión tras superar todas las expectativas con más de 50 vuelos.
El 2024 también fue un año de grandes avances tecnológicos para la Nasa y entre los desarrollos más destacados se encuentran:
* La implementación de comunicaciones láser en el espacio profundo, demostradas con éxito con la nave Psyche.
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* La primera impresión 3D de metal en microgravedad, una técnica que promete revolucionar las misiones de larga duración.
* El despliegue de un nuevo sistema de vela solar compuesto, diseñado para misiones espaciales de alta eficiencia.
La Nasa reforzó su papel en el monitoreo del cambio climático con la puesta en órbita de nuevos satélites como PACE y PREFIRE, que aportan datos esenciales sobre la salud de los océanos y el calentamiento global.
De igual forma, el instrumento TEMPO comenzó a proporcionar información en tiempo real sobre la calidad del aire, con resoluciones inéditas que incluso permiten análisis a nivel de vecindarios.
El telescopio James Webb continuó desafiando los límites del conocimiento al observar las galaxias más distantes y analizar atmósferas de exoplanetas.
Por otro lado, la nave Europa Clipper inició su viaje hacia Júpiter para estudiar la luna Europa, un cuerpo helado con potencial para albergar vida.
Por último, cabe recordar que la Estación Espacial Internacional recibió 14 naves espaciales este año, apoyando investigaciones que abarcan desde biología cuántica hasta impresión 3D de componentes metálicos.
La Nasa también finalizó la misión Crew-8, marcando importantes avances en la preparación de futuros vuelos tripulados.Siga leyendo: La legendaria sonda Voyager 1 de la Nasa vuelve a comunicarse con la Tierra tras un año de fallos técnicos