En un intento por fortalecer la industria siderúrgica nacional, el Gobierno nacional decretó recientemente salvaguardias a las importaciones de barras de acero corrugado y alambrón, dos productos claves para la construcción.
Estas medidas, que se traducen en aranceles adicionales a las importaciones provenientes de países sin acuerdos comerciales, como China y Rusia, buscan reducir el ingreso de productos extranjeros a precios bajos y proteger la producción local.
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Un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia, titulado ‘Impacto de las salvaguardias en las importaciones de hierro y acero’ concluyó que, en el corto plazo, las medidas son un alivio para los productores nacionales frente a la competencia externa.
El informe da cuenta de que las salvaguardias han sido recibidas con optimismo por los productores nacionales, que ven en ellas una oportunidad para recuperar terreno frente a la competencia externa.
Sin embargo, la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, ha advertido sobre un posible incremento del 1% en los costos de construcción, lo que afectaría especialmente a los proyectos de vivienda de interés social.
A pesar de que el Ministerio de Industria y Comercio considera que este impacto será manejable, el gremio constructor insiste en que las medidas podrían tener repercusiones negativas en proyectos ya estructurados.
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En el caso de las barras de acero corrugado, el Decreto 1227 del 3 de octubre de 2024 establece un arancel del 14,5% para las importaciones que superen un cupo libre de 29.529 toneladas anuales. Se estima que esto se traducirá en un aumento del 0,12% en el costo general de este producto en el país.
Para el sector de la construcción, donde las barras de acero representan el 7,81% de los costos totales, el impacto directo sería un aumento marginal del 0,01%, estimó el estudio.
En cuanto al alambrón, el Decreto 1294 del 18 de octubre de 2024 aplica un gravamen del 35% a las importaciones de países sin acuerdos comerciales. Con esta medida, se proyecta un aumento del 9,8% en el costo del alambrón en el mercado nacional.
Para los constructores, los productos derivados del alambrón, como la malla y el alambre, representan el 2,4% de sus costos totales, por lo que el impacto se traduciría en un aumento estimado del 0,24% en los costos de construcción.
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Según el informe, el debate en torno a las salvaguardias refleja la complejidad de equilibrar la protección de la industria nacional con las necesidades de sectores clave como la construcción de vivienda e infraestructura.
Mientras que el Ministerio de Comercio las defiende como parte de una política de aranceles inteligentes, su impacto final dependerá de factores como la estabilidad del mercado y la demanda de materiales.
A largo plazo, las medidas buscan fortalecer la industria siderúrgica, impulsando su transición hacia una mayor competitividad y valor agregado. Sin embargo, será fundamental monitorear su implementación para asegurar que los beneficios superen las posibles afectaciones a otros sectores económicos, enfatizó el grupo de estudios económicos.
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Es crucial que el Gobierno y los diferentes actores de la economía trabajen en conjunto para mitigar los posibles impactos negativos y asegurar un desarrollo sostenible de la industria siderúrgica y del sector de la construcción en Colombia, concluyeron los investigadores.