La fama es un fenómeno contradictorio: mientras más crece una súperestrella, más visible se vuelve, pero, paradójicamente, más difícil es realmente conocerla, entender su persona y descubrir sus orígenes.
A pesar de no tener todos los detalles, la historia de Carolina Giraldo Navarro está atravesada por una idea constante, un sueño: la música. Quien ahora el mundo conoce como Karol G nació el 14 de febrero de 1991 en Medellín, Antioquia. Su niñez transcurrió en el sector Estadio, donde vivió hasta su adolescencia, y fue en esos primeros años de vida que su amor por el canto comenzó a crecer.
Aunque no conocemos cuál fue su epifanía, el momento en que Carolina sintió en que la música era eso a lo que quería dedicarse durante toda su vida, en su etapa de estudiante ya era evidente su inclinación. Sus compañeras del Colegio Calazans Femenino la recuerdan especialmente por sus presentaciones en los festivales de la canción. Camila Hoyos, una joven artista de la ciudad conocida como Camaila y quien estaba unos grados atrás que Carolina, recuerda que ella siempre “era muy animada con todo lo relacionado a la música” y que su entusiasmo era grande, su energía siempre estaba al máximo.
Carolina llevó la música más allá de las paredes del colegio. Durante cinco años estuvo en el semillero de música de la Universidad de Antioquia, donde aprendió canto al lado de Mirabay Montoya, hija de la legendaria pianista Teresita Gómez. A pesar de que a su salida del colegio se inscribió al pregrado de Música, nunca llegó a las aulas universitarias ya que comenzó a trabajar como corista del cantante de reguetón Reykon. Así fue como Carolina se estrenó en el mundo de los escenarios nacionales e internacionales.
Después de esto fue que su carrera como solista empezó a tomar forma. En 2012 la artista comenzó a sonar a nivel nacional gracias a 301, su colaboración con Reykon. Al año siguiente estrenó En la playa, su primer sencillo en el que combina el ritmo de la cumbia con el género urbano, y Amor de dos, canción que interpreta junto a Nicky Jam. Esta serie de éxitos permitieron que poco a poco la cantante ganara reconocimiento en la industria local.
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Lucy Agudelo, promotora de artistas y quien trabajó con Karol G entre 2015 y 2016, considera que desde entonces ella es una artista “muy alegre, muy genuina y cargada de ilusión”. Son muchos los recuerdos que tiene de la cantante, pero destaca el agradecimiento constante que Karol mostraba por su trabajo. “Ella siempre se sentía tan agradecida por cada logro. Lo más curioso es que hasta las más pequeñas cosas las celebraba. Para Karol que le hicieran una entrevista era como si hubiera ganado un Grammy”, relata Agudelo.
A pesar de la confianza y la ilusión que siempre mantuvo Karol en su sueño musical, Lucy afirma que sacar adelante su carrera no fue fácil, especialmente por las características del género urbano, que en ese momento describe como “sumamente esquivo y masculino, no incluyente con las mujeres”. Y es que para muchas fanáticas ese es uno de los rasgos magnéticos de Karol: destacarse en una industria predominantemente masculina y poner en sus canciones cuestiones como el deseo femenino han hecho de la artista un referente al momento de hablar sobre empoderamiento.
Esto fue lo que atrajo a la periodista Valeria Ortiz y la llevó a investigar los orígenes de la cantante por más de un año. Su objetivo era entender quién es Carolina más allá de su carrera musical y, a pesar de que buscó sin éxito durante varios meses conversar con la artista y su círculo más cercano, logró comprender la trayectoria musical de Karol y su importancia como icono cultural paisa.
Para Ortiz el éxito a nivel internacional de la cantante se debe a su capacidad para tomar riesgos y a su versatilidad. “Si bien Karol G está dentro del género urbano, ella se mete en lo que sea. Ella ha sido fiel al género, pero se ha extendido, no se ha quedado en un solo lugar”, opina la periodista.
Para Lucy Agudelo el crecimiento de Karol, además de en su talento, reside en el apoyo de su familia. Guillermo Giraldo, el papá de Carolina, fue quien desde el inicio se hizo cargo de impulsar la carrera artística de su hija. Además de su madre y sus hermanas, “Papá G” ha sido esa figura constante en la vida de Karol. En las grabaciones de la audición de Carolina para el Factor XS en 2006 se puede observar a su papá sentado en la esquina derecha, con la cabeza entre las manos e inclusive mucho más nervioso que ella.
“Su familia ha sido un pilar que ha hecho que ella nunca se derrumbe”, afirma Lucy, quien también recuerda una escena que ocurrió en una reconocida emisora de la ciudad hace casi diez años, donde en una entrevista a Karol un periodista le dijo a “Papá G” que no debería perder su tiempo, ya que las mujeres en el reguetón nunca han tenido éxito. “Pero Carito sí”, respondió él.
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En 2019 Karol G alcanzó uno de sus sueños: llegó al número uno a nivel mundial con Tusa, su canción junto a la rapera Nicki Minaj. A partir de entonces esa idea constante, ese sueño, se volvió más grande que nunca. De ahí en adelante todo es historia.