El 2024 será recordado como un año retador para las monedas de América Latina, después de un 2023 en el que destacaron como las más fuertes entre los mercados emergentes. El peso mexicano y el colombiano, por ejemplo, se depreciaron notablemente frente al dólar, al igual que otras divisas de la región.
De acuerdo con el índice del dólar (DXY), la moneda estadounidense se apreció un 5,8% en el año, impulsada por un mercado laboral sólido en Estados Unidos y una Reserva Federal (Fed) cautelosa frente a los recortes de tasas. Esto generó un ambiente complicado para las economías latinoamericanas, que enfrentaron además desafíos internos relacionados con la política fiscal y factores geopolíticos.
En ese orden, el real brasileño fue la moneda más depreciada de la región, con el -22,14% a lo largo del 2024. El peso colombiano se depreció -11,53%.
El comportamiento de las monedas latinoamericanas durante 2024 puede dividirse en dos etapas. En los primeros meses, las divisas de países con altas tasas de interés lograron fortalecerse gracias a las estrategias de carry trade, donde los inversionistas buscan financiamiento en monedas con tasas bajas para aprovechar las altas tasas de otros mercados.
Sin embargo, en la segunda mitad del año, los mensajes de los bancos centrales globales promovieron recortes cautelosos y estabilización en niveles elevados de tasas, lo que desincentivó estas estrategias y fortaleció al dólar. Además, la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos incrementó la incertidumbre en los mercados, dado su historial de políticas proteccionistas y de gasto público.
Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, explicó que este año el dólar terminó al alza en la región por varios motivos, entre los que se destaca el deterioro fiscal, el cual se vio reflejado en una salida de inversión extranjera de portafolio.
“En otros países, se explica porque sus bancos centrales redujeron la tasa de interés más rápido que la Reserva Federal de Estados Unidos, como es el caso de Chile. Por último, tenemos a México, cuya moneda cerró el año afectada por las medidas proteccionistas que tomaría Donald Trump una vez se posicione como presidente”, precisó el analista.
En esa misma línea, Diego Palencia, vicepresidente de Investigación y Estrategia en Solidus Capital Banca de Inversión, señaló que la presión por reducir tasas ante los riesgos de recesión generó fuertes distorsiones en las tasas de cambio de países como México, Brasil, Argentina y Colombia.
“La última reducción de tasas de la FED al 4,5% ha provocado un cierre de diciembre más tensionante. En Brasil y Colombia, la deuda gubernamental impulsó una depreciación inusual de sus monedas, lo que afecta directamente a los importadores”, explicó Palencia.
El experto también destacó que las presiones fiscales en América Latina han impactado las calificaciones de riesgo y las tasas de cambio al cierre de 2024. Esto, advirtió, obligará a los gobiernos a realizar ajustes presupuestarios con mayor frecuencia en 2025.