Hay varias frases que la película de 2001, La pena máxima, (protagonizada por Enrique Carriazo y Robinson Díaz) dejó grabadas en el cine Colombiano: ¡Saúl, hermano! o Yo no quiero un hijo, quiero un crack. Ya han pasado 23 años de la historia de ese hombre que toma la peor decisión de su vida por su enorme obsesión por la Selección Colombia.
Este 25 de diciembre se estrenó, como es habitual, la película que Dago García Producciones presenta cada año para el deleite de quienes quieren entretenerse después de la Navidad. Esta vez fue La pena máxima 2. Esta es la segunda entrega de esa primera cinta que sacó risas y se ha convertido en un clásico del cine nacional gracias a su humor mezclado con drama y con esa pasión y amor incondicional por el fútbol.
Para Dago García, quien además ha escrito las dos películas, hay varios puntos que son diferentes entre ambas: “Esa primera película dependía de la ausencia de conectividad entre la gente, porque eran un par de tontos tratando de averiguar cómo iba un partido y no podían saberlo y llegaron al extremo de tener un radio transistor dentro del ataúd y hoy en día, con la conectividad en la que estamos, con los teléfonos inteligentes, eso es absolutamente inverosímil”.
Otra realidad que hoy cambia es ese rito de hacer fila para comprar una boleta cuando hoy, por ejemplo, se compran por internet. “Entonces hay una cantidad de cambios en la sociedad que hacen inverosímil hoy en día la anécdota original de La pena máxima. Por eso de lo que se trató en esta segunda entrega es de conservar el espíritu, pero generar unos nuevos personajes y una nueva anécdota más coherente con los tiempos de hoy”.
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Cuenta la reseña que en La pena máxima 2, el partido que podría llevar a Colombia al mundial está a punto de jugarse, y los hermanos Abelardo y Raúl están listos para alentar a la Selección desde la tribuna. Pero el destino les juega una mala pasada: la Fifa aplaza el partido, y la nueva fecha coincide con el día más importante en la vida de Abelardo: el matrimonio de su hija, Laura, quien además se casa con el jugador estrella del equipo colombiano.
La película cuenta con un elenco de lujo, encabezado por Santiago Alarcón y Biassini Segura, quienes estarán acompañados de Viña Machado, Martín Karpan, Laura Taylor y Sergio Herrera, junto a ellos Bernardo García y la participación especial de Álvaro Bayona. “Esta es una historia que combina la pasión futbolera con los valores de la familia y las situaciones más inesperadas”, concluyen desde la producción.
El éxito de la primera versión de La pena máxima fue una sorpresa para Dago. “Yo pienso que en el éxito siempre hay un altísimo componente de suerte. Tanto en el éxito como en el fracaso, uno trata de hacer las cosas lo mejor que puede, pero ya el resultado final siempre está atravesado por una cantidad de circunstancias que no dependen de uno. Cuando vi que esa película empezó a convertirse en lo que se ha convertido, pues el primer sorprendido fui yo. En la Cinemateca de Bogotá en la pared pusieron frases icónicas de películas colombianas y está la de Yo no quiero un hijo quiero un crack, por ejemplo, esas son cosas que suceden, nadie planifica y qué bueno que le sucedan a uno”.
Y como siempre, se ha vuelto tradición, la idea es estrenar el 25 de diciembre para el goce de quienes ven en ir a cine un muy buen plan para fin de año. Este año se escuchará: ¡Raúl, hermano! y la idea con La pena máxima 2 es, así como en la primera, sacar muchas risas y terminar de la mejor manera el 2024.